En Utah tienen muchas esperanzas puestas en Gordon Hayward, del cual esperan que se erija como el líder que necesita la franquicia de Salt Lake City para salir del pozo y volver a codearse entre las grandes franquicias del Oeste.
Consciente de que se le exigirá mucho más esta temporada teniendo en cuenta el suculento contrato que ha firmado este verano, el joven alero procedente de la Universidad de Butler ha estado trabajando duramente a lo largo de los últimos meses para convertirse en un jugador más completo.
He estado trabajando duramente este verano para crecer como jugador. Me he cuidado más y he cambiado mi alimentación. Quiero ganar músculo. He estado trabajando, principalmente, en el manejo del balón, el tiro y la defensa. Creo que siempre se puede mejorar en el control del balón, y el esfuerzo que he puesto en ello este verano será muy importante para mí, para mejorar. También he trabajado muy duro en mi lanzamiento, en todo tipo de tiros. No lancé a canasta tan bien como hubiera deseado el año pasado. En definitiva, me quiero convertir en un jugador mucho más completo. Es mi meta.
La progresión de Hayward desde su llegada en la NBA ha sido innegable, aunque se le ha achacado su falta de liderazgo y madurez en la cancha. No obstante, el alero todavía tiene 24 años y margen de mejora, dentro de unos Jazz cuya principal característica es la juventud de la plantilla.
No obstante, Hayward fue uno de los cinco jugadores de la pasada temporada, junto a LeBron James, Kevin Durant, Russell Westbrook y Michael Carter-Williamss en promediar, al menos, 15 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias por partido, mostrando, así, la gran versatilidad y polivalencia de un jugador que necesitan en Utah como el comer.