Cuando Jason Kidd optó por situar a Giannis Antetokounmpo como base durante la Summer League de las Vegas, muchas voces se preguntaron si esta curiosa y no convencional decisión fue una simple prueba puntual o si realmente el entrenador de los Bucks estaba asentando las bases de un proyecto a largo plazo con el joven jugador.
Tras ello, Gary Payton, uno de los mejores bases que ha pisado la competición durante las últimas décadas, aterrizó en Milwaukee para entrenar personalmente con Giannis, por lo que la respuesta parece, cada vez, un poco más clara.
Kidd, quien ya destacó en su breve odisea en Brooklyn por poner en pista alineaciones no convencionales, cree que Antetokounmpo tiene el conjunto de habilidades necesarias para ser una pesadilla para los equipos rivales desde la posición de base, algo inusual para una 'torre' de 211 centímetros de altura, quien ha jugado habitualmente como alero. Más allá de amedentrarse, el ya jugador de segundo año está preparado para aceptar el desafío.
No voy a decir que estoy sorprendido de ello. Es una posición en la que me siento cómodo y jugaré allá donde el entrenador quiere que juegue. Si Kidd piensa que puedo jugar ahí, lo haré. Me llena de confianza saber que Kidd quiere contar conmigo para jugar de base. Voy a intentar esforzarme al máximo y haré todo lo que el entrenador me pida hacer.
Alternando su posición natural de alero con la de director de orquesta en algunos momentos, Antetokounmpo, de 19 años, promedió 17 puntos, 5.8 rebotes, 1.8 asistencias, 1.0 robo y 1.0 tapón por partido durante la pasada Summer League de Las Vegas. Realmente, su combinación de altura, envergadura y gran capacidad atlética puede aportar cosas muy interesante en la posición de '1' en determinadas situaciones.
A pesar de comenzar como, aparentemente, una situación anecdótica, finalmente parece que el experimento seguirá adelante y que no será extraño ver a Antetokounmpo como point guard (no sabemos si de inicio o en momentos puntuales) a lo largo de la temporada.