El cuarto partido de la serie entre Chicago Bulls y Washington Wizards ha dejado el mismo panorama visto en los anteriores partidos disputados entre ambos equipos en esta primera ronda de Playoffs. A pesar de la victoria previa que daba vida al equipo dirigido por Thibodeau, los Bulls volvieron a ser ese equipo desconocido y desdibujado que ha demostrado durante los presentes playoffs, dando una imagen muy alejada de la mostrada en temporada regular. Los Wizards salieron vencedores en su segundo partido como locales y ponen el 3-1 en la serie tras doblegar a Chicago por un resultado final de 98-89.
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| Trevor Ariza fue el máximo anotador de los Wizards con 30 puntos |
Los
primeros minutos fueron la antesala de lo que ocurriría el resto del encuentro,
con unos Wizards que ponían la quinta desde el comienzo ante unos Bulls que
salieron dormidos y que se vieron con un parcial de 17-2 en contra a las
primeras de cambio que, a la postre, sería irremontable. A pesar de que los
Wizards encaraban el partido con la preocupante ausencia de Nene, todo resultó
ser muy plácido y tranquilo para la franquicia capitalina.
Trevor Ariza taladraba el
aro rival una y otra vez, especialmente inspirado desde el perímetro, sin que
los Bulls encontraran la manera de pararlo, cometiendo demasiadas pérdidas de
balón que serían fundamentales para el devenir del partido. La sangría paró un
poco con la salida a la pista de Taj Gibson, el cual firmó un sobresaliente
partido (32 puntos y 7 rebotes) y mantuvo, en ciertos compase, a los Bulls
dentro del encuentro, pero que se vio demasiado solo y no pudo parar el
vendaval de juego que ofrecían el propio Ariza, Beal, Wall y Gortat. El
encuentro llegó al descanso con los Wizards por delante de manera autoritaria
(56-40).
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| Los Bulls siguen estando muy lejos de su nivel habitual |
La
segunda mitad fue un paseo de los pupilos de Randy Wittman, que llegaron a
gozar de una ventaja de hasta 20 puntos al comienzo del último cuarto (82-62).
Un soberbio Gibson tiro de casta y orgullo para acercar a los Bulls hasta los
ocho puntos (91-83) a falta de dos minutos y meter el susto en el cuerpo a los
Wizards, y de paso, darle emoción a los últimos instantes del encuentro. Sin
embargo, no fue más que un espejismo de unos Bulls que no pudieron en ningún momento del encuentro. Los Wizards dominaron el partido sin contemplaciones a lo largo de los cuatro periodos y solo se dejaron llevar durante los últimos compases del
encuentro, conocedores de que la victoria estaba en sus manos y que las
Semifinales de Conferencia están muy cerca de convertirse en realidad.
