Empezó la serie entre el líder del Oeste y el último clasificado. No hubo sorpresa, pero estuvo cerca de haberla. San Antonio ganó el partido 90-85 gracias a una soberbia actuación de Tim Duncan que, un año más, demuestra su mejor nivel cuando llega la parte final de la temporada. Los Mavericks lo tuvieron en la mano con una renta de diez puntos en el último cuarto pero los locales se enchufaron alentados por la grada y nada pudieron hacer Calderón y compañía para frenar el vendaval. 1-0 para los Spurs que empiezan con victoria pero siembran dudas.

Y Dallas lo tuvo en su mano. Tras un tercer cuarto igualado y con un Tony Parker desaparecido en combate, el único combatiente local fue Tim Duncan. El ala-pívot, que con pelo parece haber perdido unos cuantos años, sostuvo a su equipo prácticamente sólo. A pesar de ello Dallas llegó a ponerse diez arriba a falta de poco más de ocho minutos para el final del tiempo reglamentario. El banquillo de Dallas, que acabó sumando 46 puntos, se comía a los Spurs, incrédulos ante lo que estaba sucediendo.
Fue entonces cuando Duncan consiguió enchufar a Manu Ginobili y la remontada fue posible con ambos al frente. Cabe destacar también el nulo acierto de Dallas desde que estuvieron diez arriba ya que estuvieron más de siete minutos (hasta la canasta final, ya sin importancia) sin anotar un sólo tiro de campo. Del 71-81 para los visitantes se pasó a un marcador final de 90-85. No es nuevo en los Mavericks que pierdan una gran renta de puntos y ya en temporada regular Nowitzki admitió que no podían regalar partidos de esta manera. Hoy con todo a favor han tirado una oportunidad única por la borda para ponerse por delante en la eliminatoria.
El mejor del partido fue Duncan que acabó con 27 puntos y 7 rebotes.