Uno de los jugadores históricos de la NBA es, sin duda, Julius Erving. Cuando se pregunta a Michael Jordan sobre cuál era su ídolo en la infancia, el jugador que quería imitar, siempre responde sin dudar que siempre quiso emular al 'Doctor J', a Julius Erving, el jugador que elevó trasladó la espectacularidad del baloncesto que se jugaba en las calles, en los playgrounds de los guettos negros, a los pabellones de las ligas profesionales de la ABA y la NBA donde la clase media-alta blanca dominaba la situación.
Julius Erving fue el jugador base sobre el que se cimentó la década dorada de la NBA de los años 80. Sin él, jugadores como Magic Johnson, Larry Bird o Michael Jordan no habrían elevado el baloncesto a la categoría de arte.
Quizás, una de las anécdotas menos conocidas sobre la carrera de Julius Erving es cuándo y cómo fue bautizado como 'Dr. J'.
El apodo de 'Dr. J' fue escuchado por primera vez en el verano de 1971. Julius Erving acababa de terminar sus estudios en la Universidad de Massachusetts Amherst y antes de enrolarse en las filas de los Virginia Squires, de la extinta liga ABA, Julius quiso jugar en la famosa Rucker League, una liga de verano para aficionados don de jugaban los mejores jugadores de los playgrounds de la ciudad de Nueva York.
En pleno Harlem, muy cerca del Madison Square Garden, todos los veranos se enfrentaban grandísimos jugadores que luego fueron profesionales en la Rucker League. Allí fue donde el mundo conoció a Connie 'The Hawk' Hawkins o Nate 'Tiny' Archibald. Incluso Wilt Chamberlain o Kareem Abdul-Jabbar jugaron allí.
Pues en 1971 Julius Erving asombró al mundo del baloncesto y fue donde se ganó su sobrenombre de 'Dr. J'.
Mientras Erving hacía jugadas, vuelos y mates nunca antes vistos, la gente iba poniéndole motes distintos partido tras partido.
El primero fue 'Little Hawk' ('Pequeño Halcón') en honor a Connie 'The Hawk' Hawkins, pero ese mote no le gustó porque Erving era un jugador distinto, especial y estaba claro que no iba a ser el sucesor de Hawkins, sino un jugador único por derecho propio.
El segundo fue 'The Claw' ('La Garra') por sus descomunales manos que agarraban el balón en el aire como un águila caza su presa en pleno vuelo. Pero a Erving no le gustaba tampoco.
El tercero fue 'Black Moses' ('Moisés Negro'), un mote demasiado político que tampoco fue del gusto de Erving.
Al final, Erving se acercó al speaker del Rucker Park y le dijo "si vais a llamarme algo, llamarme 'The Doctor'". El mote de 'The Doctor' se lo puso un compañero del instituto al que Julius llamaba cariñosamente 'The Professor'.
Así que 'The Doctor' evolucionó a 'Dr. J' cuando el público asistente empezó a corear 'Dr. J' tras cada jugada de Erving. Un jugador para la historia. Un apodo para la historia.
A continuación tenéis un corte del documental oficial sobre la carrera de Julius Erving donde explican lo que os he contado.
Huberto Meersmans
Twitter: @hubermeersmans