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March Madness. Pasión, ilusión y emoción. Una mezcla de sentimientos que te hacen vivir cada segundo del torneo como si fuese el último. Como cada marzo, tenemos la oportunidad de volver a disfrutar uno de los eventos deportivos más especiales que existen. Equipos que llegan con la vitola de favoritos en plenitud, jugadores alcanzando su máximo nivel de cara a adquirir un mayor cartel de cara al Draft, y como no, las 'cenicientas'. Esas universidades que echan por tierra las opciones de muchos equipos y que les hacen irse para casa antes de tiempo.

De eso vamos a hablar en un artículo que tendrá dos partes. Este año hemos tenido un nivel realmente impresionante en las 'mid-majors' y muchas de esas universidades que llegan al torneo tienen capacidades para reventar cualquier tipo de predicción, bracket o todo lo que se les ponga por delante.


Manhattan Jaspers: Su nivel de peligro para el rival aumentaría de no tener como contrincante a Louisville. Hablamos de un equipo que viene de competir en una de las conferencias con mayor nivel de baloncesto del panorama 'mid-major', la MAAC. Un conjunto que contiene grandes complementos rodeando a George Beamon, su máximo exponente. Una potencia interior fiable y máximo taponador de la historia de la universidad en Rhamel Brown, un jugador que aporta el criterio y temple durante el transcurso del partido con Michael Alvarado, el acierto exterior de Shane Richards o la intensidad de Emmy Andujar. Y todo ello, repito, rodeando y complementando muy bien a George Beamon. Uno de los mejores y máximos anotadores de su conferencia y que como entre en estado trance, puede complicar a rivales muy peligrosos.

Son un equipo intenso defensivamente, pero que para afrontar su primer escollo deberán aumentar su nivel atrás para no dar ningún tipo de concesión a unos Cardinals que tendrán ganas de reeditar el título conseguido el año pasado. El que peor lo puede pasar, es Rhamel Brown. Delante se encontrará a una bestia de la naturaleza como Montrezl Harrell y que poco tardará en ser una pieza codiciada para franquicias de la NBA. También Russ Smith, ó Chris Jones. No obstante, este equipo es muy fuerte mentalmente y si consiguen la versión agresiva de Beamon podrían poner en apuros a la Louisville de Rick Pitino.

Stephen F. Austin Lumberjacks:  Uno de los equipos con mejor récord de toda la NCAA (Global: 31-2 / Conferencia: 18-0) y que se quedaron a tan sólo 96 puntos de entrar en el ranking que confecciona semanalmente la 'Associated Press'. ¿El problema? La dureza del calendario, el llamado SOS. Siguiendo uno de los baremos sobre los que el comité de la competición se basa, los Lumberjacks tenían una dureza de 325 (El 1 lo tiene Kansas con el calendario más difícil) en el récord general y de 294 en el calendario non-conference. Uno ya puede entender el porqué de ese récord. No obstante, tenemos a un equipo muy interesante y que puede dar la campanada.

Contamos con un bloque de jugadores muy fuertes pero no demasiado atléticos, al que le falta centímetros. Aún así, suplen esas carencias con intensidad y concentración defensiva y que les cuesta muy poco armar el brazo desde el perímetro. Es más, flotar a jugadores como Desmond Haymon o Deshaunt Walker no es la mejor de las noticias, ya que de ser así, te puedes ir despidiendo de cerrar el rebote. Los mediocres porcentajes de la universidad son engañosos ya que intentan a lo largo del partido mucho el tiro exterior dada la falta de centímetros por dentro ya comentada. En la figura de Thomas Walkup tienen a un jugador que se encarga de el trabajo que no se tiene tan presente, los conocidos intangibles. Rebotea, colocación en la pista, defender al hombre importante, es decir, el chico para todo. Mencionar también a Jacob Parker, la segunda espada con la que cuenta Brad Underwood, además de unos buenos complementos para rematar el 'roster'.

Si consiguen aguantar todo el encuentro la exigencia defensiva de VCU, y encontrar buenas situaciones de tiro, los Rams lo pasarán realmente mal. Que nadie subestime a estos Lumberjacks, porque un mal día en el Madness te puede echar para casa. Y Stephen F. Austin no tiene nada que perder.

Louisiana-Lafayette Ragin' Cajuns: Campeones del torneo de conferencia en la Sun Belt y, por ende, billete automático para el March Madness. Un conjunto que en muchas ocasiones ha ofrecido debilidades, pero que en un gran momento de forma gracias a tres jugadores: Xavian Rimmer, Shawn Long y Elfrid Payton. Están con mucha confianza y sin nada que perder. Cuentan en la figura del imponente 'center' Long, un jugador muy fuerte, alto, de los mejores reboteadores de la nación y con gran facilidad anotadora. ¿Su principal problema? tiende a cargarse rápidamente con faltas. Se complementa a las mil maravillas con un chico que tiene la oportunidad de subir aún más sus opciones de cara al Draft en una competición donde la NBA tiene puesta la lupa. Hablamos de Elfrid Payton. Siempre pongo el caso de Damian Lillard, por venir de una universidad pequeña, pero hablamos de jugadores totalmente diferentes. Un base que anota, rebotea, asiste y que, por si fuera poco, roba muchos balones ya que sus interminables brazos le hace llegar al balón menos pensado. Le faltan kilos, pero no talento. La línea perimetral la completan dos jugadores muy interesantes, uno que puede dinamitar desde triple, Xavian Rimmer, y otro que posee habilidades para penetrar en la zona, Bryant Mbamalu. Además, los Ragin' Cajuns cuentan con jugadores que aportan esos intangibles que tan valiosos hacen a un equipo. Elridge Moore, JJ Davenport o Steven Wronkoski son ese tipo de jugadores que se sacrifican por el equipo y que han sido muy importantes en la conquista del título de la Sun Belt. La mayor preocupación de Louisiana-Lafayette debe ser única y exclusivamente, Doug McDermott. Y como veis, no hablamos de un cualquiera.


Delaware Fightin Blue Hens: Un caso similar al de Manhattan. Una universidad con grandes mimbres para poder complicar la existencia a una universidad superior, pero que el hecho de que les tocase Michigan State les reduce considerablemente sus opciones de cara a una posible eliminación. Cuentan con unos de los 'backcourts' más peligrosos de todo el panorama 'mid-major. Jarvis Threat, Devon Saddler y Davon Usher. Tres jugadores que cubren y complementan a la perfección las debilidades que puedan ofrecer cada uno sobre la pista. Por si hubiese problemas, Kyle Anderson es capaz de desatascar desde el perímetro con gran peligro, y por dentro, un Carl Baptiste en clara línea ascendente colocándose a la altura de interiores como Scott Eatherton o Jerrelle Beninom en la CAA. Un gran quinteto, pero que más allá de eso, no tienen mucho más. Y es que uno de los principales problemas en el equipo de Monte Ross llega desde el banquillo. Marvin King-Davies es quien puede dar más anotación, pero tampoco es un jugador regular en la rotación. No cuentan precisamente con una plantilla alta y eso ante Michigan State les puede jugar una mala pasada, además de no ser excesivamente consistente desde el perímetro a excepción de Anderson. Si consiguen imponer un ritmo alto donde el backcourt de rienda suelta a su talento, pueden tener su oportunidad. No obstante, se enfrentan a un equipo muy ordenado y candidato a ser campeón nacional.

North Dakota State Bison: Cuentan con el hijo de Bo Ryan (Head Coach Wisconsin) en el cuerpo técnico y eso siempre es un punto a favor. Defensivamente se nota su mano, utilizan la conocida defensa 'pack-line' que también efectúa Chris Mack con sus Musketeers. Los rivales lo van a tener muy complicado para poder anotar en penetración. Un conjunto con roles muy definidos y una defensa que tiene a Kory Brown como principal estilete. En ataque, el equipo con mejor porcentaje de todo el país. Ni más ni menos. En el interior Marshall Bjorklund lidera la misma estadística a nivel individual. Un jugador con gran selección de tiro, pero que carece de físico y ante un 'center' fuerte lo puede pasar mal a la hora de tener que pararlo. Los Bison todo lo que hacen, lo ejecutan a las mil maravillas. Su jugador a seguir es Taylor Braun, un jugador con enorme talento y que en la final de la Summit League volvió a erigirse en el héroe de la universidad ante IPFW. Anota desde varias posiciones, rebotea con gran facilidad y posee una gran visión. El jugador sobre el que NDSU confía en dar la campanada ante Oklahoma.

Pero claro, no hablamos de un equipo perfecto. Tienen una clara carencia de físico, y pueden pasarlo mal ante un rival que se sienta cómodo lanzando de tres. Ante sus adversarios, buscarán posesiones largas, sesudas y siempre a la espera de encontrar una buena posición de tiro.

En este primer artículo os he avanzado algunas de las universidades que podrían ser las cenicientas del March Madness, pero esto no termina aquí. En unas horas tendréis el segundo número. Son muchos los equipos capaces a dar la campanada, en uno de los torneos más abiertos de los últimos años.


David Uña Rodríguez

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