Los malos presagios se han acabado diluyendo, ya que finalmente el base de los Cleveland Cavaliers Kyrie Irving solo estará de baja dos semanas tras lesionarse el bíceps de su brazo izquierdo en el partido que enfrentaba a su equipo frente a Los Angeles Clippers, y salió del pabellón con el brazo en cabestrillo.
El jugador se ha sometido hoy a una resonancia a cargo del Dr. Richard Parker, el especialista médico de los Cavs, quien ha diagnosticado una distensión en el tendón de la porción larga del bíceps del brazo izquierdo. Permanecerá dos semanas de baja y volverá a ser evaluado entonces. Dependiendo de su evolución, se determinará el tratamiento más adecuado para su recuperación.
Esta lesión supone un varapalo para la franquicia de Ohio, que ve como sus posibilidades de entrar en playoffs (están a 3 victorias de los Hawks) disminuyen con la baja de su máxima estrella y jugador franquicia.
