Las oficinas de los Lakers han estado las dos últimas semanas tanteando al resto de equipos de la NBA buscando un traspaso en el que colocar a Pau Gasol pero han pinchado en hueso una y otra vez.
La primera opción fue traspasar a Pau a los Knicks a cambio de Tyson Chandler e Iman Shumpert pero la franquicia de Nueva York se echó para atrás cuando Carmelo Anthony situó a Chandler como la clave de la posible recuperación del equipo cuando el pívot regresara a la alineación. Carmelo tiene a Chandler como su principal escudero y su presencia en el vestuario es fundamental.
La segunda opción fue tantear a los Rockets por un posible traspaso con Omer Asik pero la franquicia texana rechazó la oferta ya que sería volver a juntar a Pau con Howard y aumentar el coste salarial de la plantilla, aparte de que los Rockets cuentan con ofertas mucho más suculentas procedentes de Sixers o Celtics.
La tercera opción ha sido intercambiar a Pau Gasol por Zach Randolph. Esta opción es muy del agrado del español ya que volvería a la franquicia donde comenzó a jugar en la NBA además de poder jugar con su hermano Marc. El problema ha sido que Z'Bo, jugador muy querido en Memphis, se ha mostrado reacio al traspaso y las oficinas de los Grizzlies han tenido que recular ante la presión de los fans, así como el coste que supondría para una plantilla bastante cara en relación al mercado que abarcan.
También ha habido una cuarta opción que ha sido la vía canadiense ya que los Raptors habían puesto en el mercado a su último jugador importante tras los traspasos de Calderón, Bargnani y Gay. Los Raptors habían colgado el cartel de transferible a DeMar DeRozan pero no han visto con buenos ojos el intercambio de su jugador estrella por Pau Gasol.
Total, que tras numerosas intentonas de traspaso, los Lakers (y Mike D'Antoni) han tenido que aceptar la realidad de que ninguna franquicia de la NBA quiere realizar un traspaso con Pau Gasol en el lote debido, fundamentalmente, a que el español tiene el #7 salario más alto de la NBA con 19.285.850 millones de dólares esta temporada, y no está muy claro que el próximo contrato tenga intención de firmarlo a la baja (aunque no va a tener más remedio que hacerlo).
Por tanto, Mike D'Antoni y Pau Gasol van a tener que estar condenados a entenderse un año más (al menos) y, por el bien de los Lakers, dejar sus diferencias a un lado, dejar de hablar en los medios de comunicación el uno sobre el otro cuando los Lakers pierdan 2 partidos seguidos, y centrarse en que la franquicia angelina intente alcanzar los playoffs en una, cada vez más, competitiva Conferencia Oeste.
Huberto Meersmans
Twitter: @hubermeersmans
