El pasado 16 de enero Grant Hill superaba la barrera de los 1000 partidos en regular season en la NBA.
Sólo 115 jugadores han llegado a igualar o superar esa marca. Para
hacerlo, no sólo hay que ser muy bueno, sino ser constante, tener una
vida ordenada e incluso suerte con las lesiones. Excepto esto último,
todo lo demás encaja a la perfección en la carrera y vida de Grant Hill,
que es un jugador del estilo Tim Duncan, es decir, modesto, constante,
buen compañero, comprometido con su comunidad, etc.
Ayer supimos que tras 19 temporadas en la NBA, Grant Hill anunciaba su retirada. "Estoy
contento de anunciar de que ya es suficiente para mi. Estoy
oficialmente retirado. Ahora toca otra cosa aparte de jugar. He tenido
una gran carrera y es el momento de anunciarlo. Lo he estado insinuando
estos últimos años pero ya he llegado a un punto donde no quieres seguir
jugando aunque lo he disfrutado mucho. Me encanta."
La carrera de Grant Hill no ha tenido los focos de otros coetáneos
suyos como Shaquille O'Neal, Kevin Garnett, Kobe Bryant, Jason Kidd o
Tim Duncan, pero sí que ha estado llena de grandes éxitos individuales y
colectivos.
El nombre de Grant Hill no empezó a sonar cuando llegó a la NBA. Hill es de los mejores jugadores universitarios que se recuerdan
e incluso en 1990, su último año en High School, fue nombrado
all-american reconociéndole como uno de los mejores jugadores de
instituto del país.
Quizás su personalidad se forjó aún más en la Universidad de Duke
a las órdenes de Coach K, Mike Krzyzewski. De todos es conocido que
Coach K no quiere sólo buenos jugadores de baloncesto, sino que quiere
buenas personas, estudiantes responsables que estén preparados para ser
líderes en la cancha y en la vida real. Además de eso, Grant Hill
decidió no dar el salto a la NBA hasta que tuviera completados sus
estudios, por lo que a diferencia de la mayoría de jugadores que sólo
estaban 1 o 2 años en la NCAA, Hill estuvo de 1990 a 1994 completando
sus 4 años de carrera.
En esas 4 temporadas, Duke jugó 3 Final Four. En
1991 Duke ganó la final a Kansas 72-65. Al año siguiente, 1992, Duke
repitió ganando en la final a Michigan (el famosos equipo de los
Fab-Five formado por, entre otros, Chris Webber, Juwan Howard y Jalen
Rose) por 71-51. Duke volvió a la final-four en 1994 pero esta vez
perdieron la final ante Arkansas 76-72.
Grant Hill fue elegido en el 93 para el tercer mejor equipo
universitario del país y en el 94 para el mejor equipo universitario. En
su época en Duke, fue compañero de Bobby Hurley y de Christian
Laettner. Sus promedios fueron de 14.9 puntos, 6.0 rebotes y 3.6
asistencias por partido.
En 1994 llegó la hora del salto a los profesionales y Grant Hill fue elegido número 3 de aquel draft (el nº1 fue Glen Robinson y el nº2 fue Jason Kidd) por los Detroit Pistons
que estaban en plena reconstrucción de aquel gran equipo bautizado como
los Bad Boys y que habían jugado tres finales consecutivas (1988, 89 y
90) saliendo campeones en 1989 ante los Lakers y en 1990 ante los
Blazers.
Aquellos Pistons eran un equipo perdedor pero Grant Hill dió muestras
sobradas de su calidad y promedió en su año rookie 19.9 puntos, 6.4
rebotes y 5.0 asistencias por partido lo que le valió para ser nombrado
Rookie del Año y miembro del mejor quinteto de rookies de la temporada.
Tan grande fue el impacto de Grant Hill en la liga que fue votado para
jugar el All-Star de aquel año y formó parte del quinteto titular del
Este.
Hill estuvo 6 temporadas liderando los Pistons pero en las 4 veces que llegaron a los playoffs no consiguieron pasar nunca de primera ronda.
En el verano del 2000, los Pistons mandaron a Hill a Orlando
a cambio de Chuky Atkins y Ben Wallace. Grant Hill permaneció en las
filas de los Magic durante otras 6 temporadas. Esta vez su rol fue de
acompañamiento ya que el liderazgo del equipo recayó en jugadores como
Tracy McGrady o Dwight Howard. Además, las lesiones le impidieron
completar ninguna campaña en los Magic y cuando estos llegaban a
playoffs, siempre caían en primera ronda.
En verano de 2007, y libre para firmar con quién quisiera, recibe el ofrecimiento de los Phoenix Suns
que estaban intentando montar un equipo campeón alrededor de Steve Nash
y Amar'e Stoudemire. Hill no se lo piensa y se une a la franquicia de
Arizona donde vive una segunda juventud durante 5 temporadas. En 2010
los Suns logran llegar a las finales de conferencia donde se enfrentan a
los Lakers que a la postre serían campeones esa temporada. Caen 4-2 en
una emocionante serie.
Este pasado verano, Grant Hill firmó como agente libre por Los Ángeles Clippers
para darle veteranía, profundidad y cohesión a una joven plantilla que
estaba llamada a ser la gran animadora de la Conferencia Oeste.
Hill estuvo de baja por lesión desde el inicio de temporada hasta que
mediado la misma hizo su debut con lo Clippers en Memphis logrando la
victoria. El partido 1000 en la carrera de Grant Hill, lo celebró con
victoria de los Clippers en Houston.
Esta última temporada en los Clippers ha sido casi testimonial ya que
apenas ha podido participar en las rotaciones con consistencia pero aun
así casi todos cada vez que le veíamos jugar sentíamos que estábamos
ante uno de los mejores jugadores de su generación que no tuvo suerte
con las lesiones y que se va sin el broche de oro de poder conseguir un
anillo, o al menos jugar unas finales de la NBA.
Grant Hill ha jugado 7 all-stars (95, 96, 97, 98, 00, 01 y 05), ha sido elegido para el mejor quinteto de la liga en 1997 y para el segundo mejor quinteto de la liga en 4 ocasiones más (96, 98, 99 y 00).
Desde aquí nuestra mayor admiración a un grande del baloncesto. ¡Gracias Grant Hill!
Huberto Meersmans
Twitter: @hubermeersmans