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La eterna pregunta que se harán muchos aficionados a Brooklyn Nets durante este largo verano de descanso de baloncesto y al que sólo Prokhorov tendrá la respuesta. Más que la respuesta, el lujo o el marrón de tener que tomar una de las decisiones más importantes para el futuro de la franquicia.

Pero vayamos por partes, hablamos de una franquicia que hace ya aproximadamente un año dio por zanjada su etapa en New Jersey y tomaba las calles de Brooklyn bajo el mando del oligarca ruso, con Jay-Z como accionista y principal imagen personificada de la franquicia, y con la intención de en no mucho tiempo lograr un anillo que echarse al dedo. Para tal fin, era necesario hacer las cosas en condiciones, y es por ello que Prokhorov puso toda la carne en el asador en forma de pabellón nuevo, remodelación parcial de la plantilla deshaciéndose de la morralla que había llenado de mediocridad últimamente al conjunto vecino de los Knicks, para pasar a ser un equipo a tener en cuenta en los próximos años con fichajes como el de Joe Johnson. Por si fuera pocos motivos para tomarse en serio este proyecto, Prokhorov decidió renovar a varios de sus piezas clave del equipo impidiendo la posibilidad a cualquier otro equipo de birlar a alguno de los Deron Williams, Brook López, Kris Humphries y compañía sin tener que sacar varias veces la chequera para pagar el precio que el ruso les iba a  pedir.

En fin, en cuestión de finanzas renovar por más de 20 millones a JoJo y por más de 10 a Humphries y Wallace podría parecernos una locura y casi un suicidio con la consiguiente suspensión de pagos que íbamos a sufrir en el caso de la mayoría de los mortales, pero, como decimos, para el oligarca ruso eso no es un problema y en caso de equivocación no se convierte más que en un borrón a la hora de elegir jugadores que sean pilares para su proyecto.
Lo que si podríamos decir a nivel general en la NBA, y más concretamente en los Brooklyn Nets, que en muchas ocasiones la diferencia de salarios que hay dentro de una misma plantilla no se refleja en absoluto sobre la pista. Sino ya me diréis como Kris Humphries que ha cobrado 12 millones brutos en un año en el que acabado en muchos encuentros siendo un jugador de carácter marginal para PJ Carlesimo, mientras otros de la misma plantilla y misma demarcación como Reggie Evans, fundamental en el trabajo sucio defensivo del equipo ha cobrado poco más de millón y medio. Brutal. Por lo que podemos decir sin tapujos que la plantilla de Brooklyn Nets no ha estado bien confeccionada ni bien compensada en cuanto a salarios se refiere. Se han centrado en sobrepagar a los hipotéticos titulares cubriendo la mayor parte del margen salarial en unos jugadores donde jugadores como Brook Lopez, Kris Humphries o Gerald Wallace tenían mucho que demostrar para merecerse esos inflados contratos, mientras el banco lo han rellenado de jugadores que en su mayoría poco o nada han aportado al equipo.

A decir verdad la temporada no comenzaba nada mal para los de Brooklyn, con un Joe Johnson en modo 'on fire' en muchos partidos aportando desde el tiro exterior y un Brook Lopez que mostraba fundamentos defensivos que anteriormente no se le habían visto. Además, Kris Humphries demostraba merecerse buena parte de ese suculento contrato gracias a una buena base defensiva, rebotes y, por que no decirlo, repartiendo mucha estopa. Por contra Jerry Stackhouse nos hizo recordar tiempos del pasado con algún partido memorable desde el banco, acompañado por un Andray Blatche que parecía dejar atrás su tenebrosa etapa en los Wizards. Estos buenos resultados individuales más los positivos resultados colectivos con un 11-4 de recórd al final de noviembre fueron suficientes para que Avery Johnson fuera nombrado el mejor técnico del mes, un técnico en el que muy pocos confiaban a principio de curso por su falta de criterio.

Y bien que hacían pues en cuanto el calendario se endureció la torre que se sustentaba en arena fina se derrumbó. El banco dejó de aportar como antes, Humphries volvió ser el jugador que era antes de su megacontrato aunque ahora no cobrara lo mismo, el juego general del equipo con el constante uno contra uno se convirtió en demasiado previsible y lo peor Deron Williams, el pilar y principal estrella de este conjunto no funcionaba bajo los mandos de Avery Johnson, ni lograba adaptarse a su baloncesto ¿os suena a algo? Si bien es cierto que el juego del equipo carecía de colectividad absoluta, no se daban asistencias y cada uno hacía la guerra por su cuenta. Para colmo ni la ilusionada afición, ni los contratazos que cobraban, ni Jay-Z animando como si de Spike Lee en el Garden se tratara, ayudaron a mejorar el apartado mental de un conjunto sin carácter. 

Esta situación provocó que el 27 de diciembre con un balance de 14-14 de victorias/derrotas concluyeran con la destitución de Avery Johnson menos de un mes después de haber sido elegido mejor entrenador del mes. Decisión paradójica cuanto menos. 


 
Pero a la larga se verían los resultados. Las riendas del equipo lo cogió, el entrenador interino, PJ Carlesimo muy lejos del lujo y glamour con el que había rodeado Prokhorov a los Nets. Al final tanto sacar la billetera para que Carlesimo te saque del atolladero. Y bien que les sacó, pues lo primero que hizo fue dotarle de un cierto carácter y jerarquía al conjunto, sin tener nunca en cuenta lo que ganaban, sino fijándose únicamente en el nivel que podían dar en cada momento sobre la cancha. Además les impregno de una buena ética de trabajo defensivo, algo fundamental para un equipo al que no le resulta fácil anotar dependiéndo buenamente del acierto que puedan tener Deron Williams, JoJo o Brook Lopez. 

Las mayores y mejores decisiones que tomó fue la de recuperar la mejor versión de Deron Williams a quien le costó una ausencia más que justificada en el All-Star y a quien no fue fácil de ver a su mejor nivel del que nos acostumbró en su etapa en los Jazz, mientras que también le otorgó mayores responsabilidades y minutos a Reggie Evans quien pasó de mejor sexto hombre del equipo a jugador clave desde el quinteto titular dejándonos partidos para el recuerdo en cuanto a rebotes y concepto defensivo se refiere en contraposición a lo horripilante que es en ataque logrando superar los 10 rebotes en 22 de los últimos 23 partidos que jugó de RS. A nivel de resultados se tradujo que en cuestión de unos mese el equipo pasó de pelear por intentar meterse en PO a firmar un cuarto puesto con ventaja de campo incluida (un 35-19 desde que llegó Carlesimo).

En Playoffs les tocó enfrentarse a los Chicago Bulls, un equipo que legaba totalmente diezmado por las lesiones y con ojo puesto sobre la posible reaparición de Rose. Esto pareció distraer en el primer partido a los Bulls, donde Deron Williams y Brook Lopez en la anotación más Reggie Evans desde el rebote deshojaron las posibelidades de los Bulls en el primer encuentro, a pesar del partidazo de Boozer. Pero en cuanto Noah superó parcialmente los constantes dolores en el tobillo y Nate Robinson comenzó a poner la magia y la caradura propia de un base de 1.70 de estatura, los Bulls comenzaron a funcionar gracias a esa garra y autoconfianza que poseen innata colocando el primer break en la serie. 

El tercer encuentro se jugó bajo terreno Bull, con un partido a pocos puntos (79-76) con buenas defensas que cerraron el caudal ofensivo exterior de los Nets (21/58). Pero si hubo un encuentro clave en la serie ese fue el cuarto partido donde los Nets se veían casi obligados a ganar si luego no querían encomendarse a algún milagro. El cuarto de la serie se fue a una históricas tres prorrogas con canastas para el recuerdo de Nate Robinson, quien de una lección de saber tirar en momentos clave a Deron Williams. Este partido dejó muy tocado a los Nets que se vieron beneficiados, primero por el trámite en que se convirtió el quinto encuentro en su vuelta a Brooklyn tras el desgaste físico de los Bulls, y segundo por la fatídica enfermedad de Luol Deng que se despedía inesperadamente del curso. 

A pesar de forzar el séptimo, los Bulls fueron superiores y sacaron billete para segunda ronda gracias a la exhibición de Noah bajo la pintura, el acierto de 3 de Belinelli y la desaparición de Joe Johnson nuevamente en el momento menos idóneo. De esta forma, los Brooklyn se despiden del curso baloncestístico 2012/13, sin decepcionar a nivel de resultados, por lo menos para mí, pudiendo ser cuartos con un equipo no muy diferente al que acabó muy lejos de Play-Offs en el curso anterior, pero dando malas sensaciones en cuanto a carácter, viéndose carentes de confianza para un proyecto ilusionante que acaba de comenzar. 

Pensando en el curso que viene, no sería descartable que Prokhorov haga una de las suyas y decida romper el mercado con una megaestrella que trastoque todas las posiciones de la plantilla y deshaga todo el proyecto actual. Dejando a un lado esa opción de destino desconcertante, los Nets tienen comprometidos para el año 2014 la friolera de 85 millones, una bestialidad teniendo en cuenta que el limite salarial esta fijado en 58 millones y que a partir de ahí se paga multa. De hecho sólo en el salario de Deron, JoJo y Brook Lopez se les van los 58 millones, por lo que en principio no hay mucho margen para maniobrar. De todas formas Brook López quien ha demostrado su progresión tanto en ataque como en defensa, Deron Williams que finalmente nos ha vuelto a recordar al de Utah con su magia por dirección de juego y anotación como forma de vida, más los Reggie Evans, JoJo o Wallace no lo han hecho tan mal como pra desprenderse de ellos a las primeras de cambio por lo que la posibilidad de grandes movimientos en Brooklyn se desvanecen.  

De los que quedan libres (Stackhouse, Blatche, Bogans y Kris Joseph) sólo ofertaría de nuevo a Bogans y Blatche aunque me lo pensaría bastante. Cj Watson tiene la potestad para decidir si quedarse o no. Viendo la terrible competencia que hay en otros equipos, yo que Watson continuaba con los ojos cerrados. Y por último, no me parecería tan raro que los Nets usaran la amnistía en Humphries a quien le queda un año de contrato por 12 millones y cuyo nivel de protagonismo dentro del equipo dependerá del nuevo entrenador que desembarque a orillas del río Hudson.





Twitter: @jjuanma16

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