por Sergio Bustos Rubio a las 22:38/comentarios : 0
La eterna pregunta que se harán muchos
aficionados a Brooklyn Nets durante este largo verano de descanso de
baloncesto y al que sólo Prokhorov tendrá la respuesta. Más que la
respuesta, el lujo o el marrón de tener que tomar una de las decisiones
más importantes para el futuro de la franquicia.
Pero vayamos por partes, hablamos de una
franquicia que hace ya aproximadamente un año dio por zanjada su etapa
en New Jersey y tomaba las calles de Brooklyn bajo el mando del oligarca
ruso, con Jay-Z como accionista y principal imagen personificada de la
franquicia, y con la intención de en no mucho tiempo lograr un anillo
que echarse al dedo. Para tal fin, era necesario hacer las cosas en
condiciones, y es por ello que Prokhorov puso toda la carne en el asador
en forma de pabellón nuevo, remodelación parcial de la plantilla
deshaciéndose de la morralla que había llenado de mediocridad
últimamente al conjunto vecino de los Knicks, para pasar a ser un equipo
a tener en cuenta en los próximos años con fichajes como el de Joe
Johnson. Por si fuera pocos motivos para tomarse en serio este proyecto,
Prokhorov decidió renovar a varios de sus piezas clave del equipo
impidiendo la posibilidad a cualquier otro equipo de birlar a alguno de
los Deron Williams, Brook López, Kris Humphries y compañía sin tener que
sacar varias veces la chequera para pagar el precio que el ruso les iba
a pedir.
En fin, en cuestión de finanzas renovar por
más de 20 millones a JoJo y por más de 10 a Humphries y Wallace podría
parecernos una locura y casi un suicidio con la consiguiente suspensión
de pagos que íbamos a sufrir en el caso de la mayoría de los mortales,
pero, como decimos, para el oligarca ruso eso no es un problema y en
caso de equivocación no se convierte más que en un borrón a la hora de
elegir jugadores que sean pilares para su proyecto.
Lo que si podríamos decir a nivel general en
la NBA, y más concretamente en los Brooklyn Nets, que en muchas
ocasiones la diferencia de salarios que hay dentro de una misma
plantilla no se refleja en absoluto sobre la pista. Sino ya me diréis
como Kris Humphries que ha cobrado 12 millones brutos en un año en el
que acabado en muchos encuentros siendo un jugador de carácter marginal
para PJ Carlesimo, mientras otros de la misma plantilla y misma
demarcación como Reggie Evans, fundamental en el trabajo sucio defensivo
del equipo ha cobrado poco más de millón y medio. Brutal. Por
lo que podemos decir sin tapujos que la plantilla de Brooklyn Nets no
ha estado bien confeccionada ni bien compensada en cuanto a salarios se
refiere. Se han centrado en sobrepagar a los hipotéticos titulares
cubriendo la mayor parte del margen salarial en unos jugadores donde
jugadores como Brook Lopez, Kris Humphries o Gerald Wallace tenían mucho
que demostrar para merecerse esos inflados contratos, mientras el banco
lo han rellenado de jugadores que en su mayoría poco o nada han aportado
al equipo.
A decir verdad la temporada no comenzaba
nada mal para los de Brooklyn, con un Joe Johnson en modo 'on fire' en
muchos partidos aportando desde el tiro exterior y un Brook Lopez que
mostraba fundamentos defensivos que anteriormente no se le habían visto.
Además, Kris Humphries demostraba merecerse buena parte de ese
suculento contrato gracias a una buena base defensiva, rebotes y, por
que no decirlo, repartiendo mucha estopa. Por contra Jerry Stackhouse
nos hizo recordar tiempos del pasado con algún partido memorable desde
el banco, acompañado por un Andray Blatche que parecía dejar atrás su
tenebrosa etapa en los Wizards. Estos buenos resultados individuales más
los positivos resultados colectivos con un 11-4 de recórd al final de
noviembre fueron suficientes para que Avery Johnson fuera nombrado el
mejor técnico del mes, un técnico en el que muy pocos confiaban a
principio de curso por su falta de criterio.
Y bien que hacían pues en cuanto el
calendario se endureció la torre que se sustentaba en arena fina se
derrumbó. El banco dejó de aportar como antes, Humphries volvió ser el
jugador que era antes de su megacontrato aunque ahora no cobrara lo
mismo, el juego general del equipo con el constante uno contra uno se
convirtió en demasiado previsible y lo peor Deron Williams, el pilar y
principal estrella de este conjunto no funcionaba bajo los mandos de
Avery Johnson, ni lograba adaptarse a su baloncesto ¿os suena a algo? Si
bien es cierto que el juego del equipo carecía de colectividad
absoluta, no se daban asistencias y cada uno hacía la guerra por su
cuenta. Para colmo ni la ilusionada afición, ni los contratazos que
cobraban, ni Jay-Z animando como si de Spike Lee en el Garden se
tratara, ayudaron a mejorar el apartado mental de un conjunto sin
carácter.
Esta situación provocó que
el 27 de diciembre con un balance de 14-14 de victorias/derrotas
concluyeran con la destitución de Avery Johnson menos de un mes después
de haber sido elegido mejor entrenador del mes. Decisión paradójica
cuanto menos.
Pero a la larga se verían los resultados. Las riendas del
equipo lo cogió, el entrenador interino, PJ Carlesimo muy lejos del lujo
y glamour con el que había rodeado Prokhorov a los Nets. Al final tanto
sacar la billetera para que Carlesimo te saque del atolladero. Y bien
que les sacó, pues lo primero que hizo fue dotarle de un cierto carácter
y jerarquía al conjunto, sin tener nunca en cuenta lo que ganaban, sino
fijándose únicamente en el nivel que podían dar en cada momento sobre
la cancha. Además les impregno de una buena ética de trabajo defensivo,
algo fundamental para un equipo al que no le resulta fácil anotar
dependiéndo buenamente del acierto que puedan tener Deron Williams, JoJo
o Brook Lopez.
Las mayores y mejores decisiones que tomó fue la de
recuperar la mejor versión de Deron Williams a quien le costó una
ausencia más que justificada en el All-Star y a quien no fue fácil de
ver a su mejor nivel del que nos acostumbró en su etapa en los Jazz,
mientras que también le otorgó mayores responsabilidades y minutos a
Reggie Evans quien pasó de mejor sexto hombre del equipo a jugador clave
desde el quinteto titular dejándonos partidos para el recuerdo en
cuanto a rebotes y concepto defensivo se refiere en contraposición a lo
horripilante que es en ataque logrando superar los 10 rebotes en 22 de
los últimos 23 partidos que jugó de RS. A nivel de resultados se tradujo
que en cuestión de unos mese el equipo pasó de pelear por intentar
meterse en PO a firmar un cuarto puesto con ventaja de campo incluida
(un 35-19 desde que llegó Carlesimo).
En Playoffs les tocó enfrentarse a los
Chicago Bulls, un equipo que legaba totalmente diezmado por las lesiones
y con ojo puesto sobre la posible reaparición de Rose. Esto pareció
distraer en el primer partido a los Bulls, donde Deron Williams y Brook
Lopez en la anotación más Reggie Evans desde el rebote deshojaron las
posibelidades de los Bulls en el primer encuentro, a pesar del partidazo
de Boozer. Pero en cuanto Noah superó parcialmente los constantes
dolores en el tobillo y Nate Robinson comenzó a poner la magia y la
caradura propia de un base de 1.70 de estatura, los Bulls comenzaron a
funcionar gracias a esa garra y autoconfianza que poseen innata
colocando el primer break en la serie.
El tercer encuentro se jugó bajo
terreno Bull, con un partido a pocos puntos (79-76) con buenas defensas
que cerraron el caudal ofensivo exterior de los Nets (21/58). Pero si
hubo un encuentro clave en la serie ese fue el cuarto partido donde los
Nets se veían casi obligados a ganar si luego no querían encomendarse a
algún milagro. El cuarto de la serie se fue a una históricas tres
prorrogas con canastas para el recuerdo de Nate Robinson, quien de una
lección de saber tirar en momentos clave a Deron Williams. Este partido
dejó muy tocado a los Nets que se vieron beneficiados, primero por el
trámite en que se convirtió el quinto encuentro en su vuelta a Brooklyn
tras el desgaste físico de los Bulls, y segundo por la fatídica
enfermedad de Luol Deng que se despedía inesperadamente del curso.
A
pesar de forzar el séptimo, los Bulls fueron superiores y sacaron
billete para segunda ronda gracias a la exhibición de Noah bajo la
pintura, el acierto de 3 de Belinelli y la desaparición de Joe Johnson
nuevamente en el momento menos idóneo. De esta forma, los
Brooklyn se despiden del curso baloncestístico 2012/13, sin decepcionar
a nivel de resultados, por lo menos para mí, pudiendo ser cuartos con
un equipo no muy diferente al que acabó muy lejos de Play-Offs en el
curso anterior, pero dando malas sensaciones en cuanto a carácter,
viéndose carentes de confianza para un proyecto ilusionante que acaba de
comenzar.
Pensando en el curso que viene, no sería
descartable que Prokhorov haga una de las suyas y decida romper el
mercado con una megaestrella que trastoque todas las posiciones de la
plantilla y deshaga todo el proyecto actual. Dejando a un lado esa
opción de destino desconcertante, los Nets tienen comprometidos para el
año 2014 la friolera de 85 millones, una bestialidad teniendo en cuenta
que el limite salarial esta fijado en 58 millones y que a partir de ahí
se paga multa. De hecho sólo en el salario de Deron, JoJo y Brook Lopez
se les van los 58 millones, por lo que en principio no hay mucho margen
para maniobrar. De todas formas Brook López quien ha demostrado su
progresión tanto en ataque como en defensa, Deron Williams que
finalmente nos ha vuelto a recordar al de Utah con su magia por
dirección de juego y anotación como forma de vida, más los Reggie Evans,
JoJo o Wallace no lo han hecho tan mal como pra desprenderse de ellos a
las primeras de cambio por lo que la posibilidad de grandes movimientos
en Brooklyn se desvanecen.
De los que quedan libres (Stackhouse,
Blatche, Bogans y Kris Joseph) sólo ofertaría de nuevo a Bogans y
Blatche aunque me lo pensaría bastante. Cj Watson tiene la potestad para
decidir si quedarse o no. Viendo la terrible competencia que hay en
otros equipos, yo que Watson continuaba con los ojos cerrados. Y por
último, no me parecería tan raro que los Nets usaran la amnistía en
Humphries a quien le queda un año de contrato por 12 millones y cuyo
nivel de protagonismo dentro del equipo dependerá del nuevo entrenador
que desembarque a orillas del río Hudson.
Periodismo & Community Management. Director, editor y fundador de NBAdestiny. Día a día tratando y viviendo el deporte. Reinventarse o caer. 'Keep it Real'
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