SÍGUENOS

|

NBA

Vídeos

Noticias

Opinión

Fichajes

Lesiones

Historia

NCAA


El segundo año de todo jugador NBA siempre tiene una importancia capital. Tras una primera toma de contacto con la liga, afianzarse y convertir poco a poco el potencial en realidad es el objetivo de cualquier `sophomore´. En el caso de Ben McLemore, no va a ser menos.

Elegido en la séptima posición del Draft de 2013 tras su breve paso por la universidad de Kansas, McLemore tuvo un año `rookie´ complicado. Su importancia en el equipo crecía y decrecía constantemente, y la irregularidad tanto en su juego como en sus minutos en pisa marcó su año de debut.

Su primer mes en la NBA fue notable. Elegido como novato del mes en la conferencia oeste, el jugador natural de Saint Louis parecía ir a más con el paso de los partidos y las sensaciones que se tenían en torno a su persona eran más que óptimas. Sin embargo, la llegada de Rudy Gay al equipo disminuyó su rol ofensivo en los esquemas de Mike Malone. Con buen tiro y capacidad anotadora, un `rookie´ de dichas características necesita de un serie determinada de tiros por partido para poder mostrar al mundo sus credenciales, y desde la llegada de Gay, pasó a tener un rol secundario en el ataque de Sacramento.

Sin tiros y confianza, sus prestaciones bajaron hasta el punto de perder la batalla por el un sitio en el quinteto inicial con Marcus Thornton. Cada vez menos minutos, cada vez menos tiros. Cada vez menos tiros, cada vez menor protagonismo e incidencia en el equipo.

El traspaso de Thornton a Brooklyn le hizo recuperar la condición de escolta titular, y pese a varios partidos sin estar fino, realizó un final de temporada que invitaba al optimismo. Si bien su nombre ha estado y estará en el disparadero en un hipotético traspaso que acabe con Rajon Rondo en Sacramento, el organigrama de la franquicia siempre ha ratificado su confianza en él.

Para sorpresa de todos, los Kings seleccionarían en el número 8 del Draft del pasado junio a Nik Stauskas, un escolta que rebosa talento y que competirá con McLemore por el puesto. Fue entonces cuando la supuesta confianza que afirmaban tener en California en el ex Jayhawk se ponía en duda.

Mike Malone ha afirmado en numerosas ocasiones que la las esperanzas que se tienen en torno a Ben siguen intactas, y que ambos son perfectamente compatibles y pueden compartir minutos en pista, algo que está por ver.

La llegada del jugador canadiense no tiene que suponer una pérdida de confianza en Ben McLemore, solamente un incentivo para que éste despliegue todo su potencial y de un paso adelante. Una motivación para sacar a relucir su mejor versión y asentarse como un hombre importante en la franquicia. Para ello, corregir defectos y potenciar virtudes resulta imperioso.

Conseguir que McLemore progrese y se sienta importante y a su vez desarrollar a Nik Staukas será uno de los mayores retos de la temporada para el entrenador de la franquicia californiana. Tener dos escoltas jóvenes y con futuro no debe ser un problema, sino una bendición. Partiendo desde esa base, encajar ambas piezas para que tengan un rol destacado en el ecosistema de los Kings será misión de Mike Malone. De conseguirlo, ambos no darán sino alegrías a una ciudad necesitada de ilusión tras varios años sin encontrarse a sí mismos. La competencia tan solo debe ser un estímulo para que McLemore de un paso adelante, aptitudes para ello tiene, veremos si es capaz de conseguirlo.

«
Next
Entrada más reciente
»
Previous
Entrada antigua
blog comments powered by Disqus