La esposa de Ray Allen, Shannon Allen, y sus cuatro hijos vieron la semana pasada como siete adolescentes entraban en su casa de Miami. Los jóvenes tienen 18 y 19 años y solo quisieron entrar en la casa para ver cómo vivía el famoso tirador. El grupo de jóvenes podría ser condenado a un año de cárcel.
El asalto ocurrió por la noche la semana pasada cuando Shannon Allen y sus cuatro hijos se encontraban en el piso de arriba. La esposa de Ray Allen oyó a muchachos en su jardín. Ella gritó y llamó a la policía mientras los jóvenes huían de la casa.
Los intrusos estaban haciendo una fiesta en la casa de al lado y estaban intrigados por ver la casa de Ray Allen. Uno de ellos dijo en los interrogatorios que no querían robar nada y que pensaban que la familia de Ray no se encontraba en esos instantes en la casa. La policía dejó en libertad a los intrusos.
Ray y Shannon Allen no querían que se fuesen ``de rositas´´ ya que se habían asustado por el allanamiento de morada y podían entrar otros intrusos o incluso ladrones tras la puesta en la libertad. Su abogado acusó a los siete jóvenes de allanamiento de morada y podrían pasar un año en la cárcel.