Para muchos en el seno de la NBA, el pívot de Sacramento Kings, DeMarcus Cousins, es considerado como un jugador con problemas de madurez, sin olvidar nunca, la gran calidad que atesora en sus 211 centímetros de altura.
Sin embargo, el jugador no está de acuerdo con las afirmaciones que ponen en duda su madurez, afirmando que se ve a sí mismo como un modelo a seguir, tal y como recoge la web oficial de USA Basketball.
Soy un modelo a seguir, sin duda. Existen diferentes tipos de personas por ahí, y yo vengo de un tipo de lugar diferente. Vengo de un lugar donde las oportunidades apenas existen. La gente de allí no tiene grandes sueños, ya que no piensan que cosas así puedan ocurrir. Al igual que las cosas que se ven a diario por televisión, ellos piensan que es solo un mundo falso, irreal. Pero viendo todo lo que he logrado saliendo desde allí, creen que es posible. Esas personas crecieron conmigo, han visto todo lo que he luchado para llegar a donde estoy ahora, así que creo, absolutamente, que soy un modelo a seguir.
Más allá de los diversos errores que haya cometido el joven jugador a lo largo de su corta carrera, es innegable que Cousins está demostrando ser uno de los mejores 'center' existentes en la competición, logrando un éxito resultante de una vida con comienzos humildes llena de lucha y superación. De hecho, y como anécdota, cabe destacar que, hasta bien entrada la adolescencia, la idea de DeMarcus Cousins era triunfar en la NFL, idea que su madre sacó finalmente de su cabeza tras mucho insistir por miedo a la dureza de ese deporte.
Tras cuatro temporadas en la NBA, Cousins promedia unos números globales de 17.9 puntos, 10.2 rebotes, 2.9 asistencias, 1.6 robos y 1.2 tapones en un total de 291 partidos.
