Esta franquicia, este equipo, este sentimiento... es
conocido en todo el mundo. La gente viste orgullosa la camiseta de sus ídolos,
aquellos que hicieron o buscan hacer historia en Chicago. Puedes querer o no
querer a los Bulls, pueden gustarte o no gustarte, pero se han ganado el respeto de todos.
En gran parte, todo aquello mínimamente relacionado
con el baloncesto en la ciudad de Chicago está provocado por aquellos
maravillosos y “Jordanianos” años que se vivieron en las dos últimas décadas
del siglo pasado. La figura de un tal Michael Jordan emergía en cada
conversación entre adolescentes, jugadores y amantes de la NBA. Muchos,
cansados de la glorificación hecha a Michael, preguntan: ¿todo fue gracias a
Jordan? Claro que no, por supuesto que sin Phill Jackson, Scottie Pippen,
Dennis Rodman, o Tony Kukoc el mundo no hubiera disfrutado de un juego
maravilloso, ni se hubiera establecido un récord histórico, y hasta el momento
inigualable, en temporada regular (72-10), ni nadie se hubiese preguntado si en
vez de 6 podrían haber sido 8 los anillos conseguidos si MJ no se hubiese
retirado durante esos largos y duros dos años; y puede que ningún anillo
hubiese llegado a la ciudad, y digo ninguno porque sin un jugador estrella es
difícil ganar un campeonato, pero sin un equipo consistente es imposible
hacerlo.
Pippen era el jugador que toda estrella quiere tener cerca, muy cerca; tan capaz de resolver un partido él solo como de hacer que sus compañeros sean los héroes. Otro jugador destacado, y mucho, fue Rodman; este, aparte de sus tatuajes y de su particular forma de ver la realidad, él es uno de los mejores reboteadores de la historia del baloncesto, algo muy poco reconocido a la hora de decir quién es mejor o peor, pero muy importante para diferenciar un equipo bueno de uno diferente, de uno campeón. Y por supuesto el indescriptible Phill Jackson, el…, por qué no decirlo, mejor entrenador de la historia; algo inigualable, su capacidad de leer el juego desde fuera, de aportar soluciones en los momentos más comprometidos, y de dar esa seguridad necesaria para afrontar las situaciones adversas que son planteadas constantemente en cada partido.
Pippen era el jugador que toda estrella quiere tener cerca, muy cerca; tan capaz de resolver un partido él solo como de hacer que sus compañeros sean los héroes. Otro jugador destacado, y mucho, fue Rodman; este, aparte de sus tatuajes y de su particular forma de ver la realidad, él es uno de los mejores reboteadores de la historia del baloncesto, algo muy poco reconocido a la hora de decir quién es mejor o peor, pero muy importante para diferenciar un equipo bueno de uno diferente, de uno campeón. Y por supuesto el indescriptible Phill Jackson, el…, por qué no decirlo, mejor entrenador de la historia; algo inigualable, su capacidad de leer el juego desde fuera, de aportar soluciones en los momentos más comprometidos, y de dar esa seguridad necesaria para afrontar las situaciones adversas que son planteadas constantemente en cada partido.
Aquellos que han tenido la suerte de disfrutar de la
época dorada de los Bulls, junto a otros jugadores y equipos históricos y
gloriosos, son envidiados por gente como yo, quienes no hemos visto, en
directo, las hazañas de este conjunto; sino en vídeos de partidos, jugadas,
charlas, celebraciones y demás que hacen de los jugadores de aquel tiempo en Chicago
únicos, irrepetibles y, evidentemente, estando entre ellos el mejor jugador de
la historia, inigualables.
Ahora tienen que volver a ser lo que fueron, con un
equipo fuerte que les guíe hacia nuevos éxitos. Si no se confirman los
rumores que han ido surgiendo, el entrenador, Tom Thibodeau seguirá liderando y
dirigiendo al conjunto de una forma espectacular. Uno de los mejores
entrenadores de la actualidad debe tener a todos los directivos detrás e
intentar convencerle, a él y a su cuerpo técnico, para que se quede, cualquier
cosa diferente a eso sería un gravísimo error de la franquicia. Dentro de la
pista el líder, una vez se encuentre sano y físicamente al 100%, es Derrick Rose.
La clase, la fuerza, el coraje y las ganas de ganar le identifican; sus
logros individuales le hacen situarse ya, con las dos graves lesiones que ha
sufrido el base de Chicago, entre los mejores de siempre a su edad. Tiene estrella,
Derrick es de esos que han nacido para jugar a esto, y un MVP no puede hacer
otra cosa que no sea ganar, ganar, ganar y volver a ganar. ¿A quién no le
gustaría disfrutar de un partido, o de unas Finales entre D-Rose y Westbrook?
Ese sería el punto culminante de los nuevos bases anotadores, fuertes, rápidos,
ágiles y capaces de decantar un campeonato hacia su lado. Luego está Joakim Noah, ese
jugador que desconcentra al rival por su energía, no se rinde ante nada y es
capaz de anotar, defender, asistir o dirigir igual que cualquier jugador
actualmente.
Taj Gibson y Jimmy Butler son las promesas, los jóvenes que darán más ambición al equipo, y que ya hemos visto de lo que son capaces de hacer. Estos son los nombres que deben llevar de vuelta a los Bulls al Olimpo de la NBA, tan conocidos y grandes que no necesitan ninguna descripción ni información, ya que todos conocen de sus logros. Además puede que haya jugadores que salgan del equipo, como Carlos Boozer o DJ Augustin; destino a franquicias donde tengan más protagonismo como DJ, o buscando su último gran contrato como Boozer. Y a la para que ocurra esto van a llegar jugadores, como el hispano-montenegrino Nikola Mirotic, cuyo potencial puede aportar grandes cosas al equipo, hay que ver como se adapta, y si es capaz de mantener su gran nivel, que le ha hecho ser uno de los mejores de Europa, en la máxima competición mundial, la NBA, donde, por muy bien que lo hagas siempre te sacarán algún defecto; asique el apartado mental también será decisivo.
Además de Doug McDermott, jugador que adquirieron de la selección del Draft de Denver Nuggets, a cambio de los dos jugadores que ellos seleccionaron en 1ª ronda; este jugador es uno de los mejores anotadores de la historia de la NCAA, el 5º máximo concretamente, y el mejor del Draft 14. También Luol Deng podría regresar a su equipo, donde ha acumulado premios, reconocimientos y el respeto de toda la liga como uno de los mejores aleros; este jugador sería muy importante ya que siempre ha estado entre los jugadores más utilizados, siendo durante 2 años consecutivos el jugador con más minutos por partido. Algo que ocurriría o se intentaría una vez se haya desestimado completamente la opción Carmelo Anthony. Este sería un punto de inflexión total, sería el hecho de decir: "Queremos el anillo YA". Es difícil traerlo, tiene grandes equipos detrás, pero "Melo" quiere ganar cuanto antes, y quitarse esa presión de encima; y qué mejor escenario para hacerlo que la ciudad de Chicago. Veremos.
Taj Gibson y Jimmy Butler son las promesas, los jóvenes que darán más ambición al equipo, y que ya hemos visto de lo que son capaces de hacer. Estos son los nombres que deben llevar de vuelta a los Bulls al Olimpo de la NBA, tan conocidos y grandes que no necesitan ninguna descripción ni información, ya que todos conocen de sus logros. Además puede que haya jugadores que salgan del equipo, como Carlos Boozer o DJ Augustin; destino a franquicias donde tengan más protagonismo como DJ, o buscando su último gran contrato como Boozer. Y a la para que ocurra esto van a llegar jugadores, como el hispano-montenegrino Nikola Mirotic, cuyo potencial puede aportar grandes cosas al equipo, hay que ver como se adapta, y si es capaz de mantener su gran nivel, que le ha hecho ser uno de los mejores de Europa, en la máxima competición mundial, la NBA, donde, por muy bien que lo hagas siempre te sacarán algún defecto; asique el apartado mental también será decisivo.
Además de Doug McDermott, jugador que adquirieron de la selección del Draft de Denver Nuggets, a cambio de los dos jugadores que ellos seleccionaron en 1ª ronda; este jugador es uno de los mejores anotadores de la historia de la NCAA, el 5º máximo concretamente, y el mejor del Draft 14. También Luol Deng podría regresar a su equipo, donde ha acumulado premios, reconocimientos y el respeto de toda la liga como uno de los mejores aleros; este jugador sería muy importante ya que siempre ha estado entre los jugadores más utilizados, siendo durante 2 años consecutivos el jugador con más minutos por partido. Algo que ocurriría o se intentaría una vez se haya desestimado completamente la opción Carmelo Anthony. Este sería un punto de inflexión total, sería el hecho de decir: "Queremos el anillo YA". Es difícil traerlo, tiene grandes equipos detrás, pero "Melo" quiere ganar cuanto antes, y quitarse esa presión de encima; y qué mejor escenario para hacerlo que la ciudad de Chicago. Veremos.
Una vez tengan confeccionado el equipo, y si todo va
bien, deberían ser favoritos a llegar a las Finales. Esto sería factible si se cumplen mínimamente los objetivos de
tener a los jugadores básicos, nombrados anteriormente, para aspirar a todo; si
se logra mantener al entrenador y si el banquillo tiene una rotación buena,
fiable y de calidad.
Chicago se merece volver a disfrutar del mejor
baloncesto del mundo, volver a asombrar a los millones de seguidores y no
seguidores de los Bulls y la NBA. Esperemos que vuelvan a luchar por estar en
lo más alto lo más pronto posible.