Hace poco menos de uno año,
concretamente en el mes de abril, Kevin Durant aparecía en la portada de la
prestigiosa revista deportiva, ‘Sports Illustrated’. El tema en cuestión era su rivalidad con Lebron
James por ser el mejor jugador de la NBA, una confrontación que aún se alarga
en el tiempo. Respecto a esto, el alero de los Thunder dejó muy claro que ya no
se conformaría más con el segundo lugar. ''Yo era el segundo mejor jugador
de la escuela secundaria, yo fui la segunda selección del Draft de la NBA, he
quedado subcampeón de la NBA y es por ello que estoy cansado de ser segundo. Yo
no me voy a conformar con ello, ya he terminado con esa etapa de mi vida''.
A raíz de eso, ‘KD35’ se
puso manos a la obra para asaltar el trono del ‘6’ de Miami. Sin embargo, el
primer traspié llegaría durante los ‘playoffs’ del pasado año. Una infortuna
lesión de Russell Westbrook ponía fin a su temporada y seguidamente a las
opciones de Oklahoma de continuar la pugna por el anillo. No obstante, aquello
no desviaría la vista del objetivo de Durant.
Tras el arranque de la
temporada 2013/2014, las expectativas de éxito de la franquicia de azul celeste
parecían muy remotas hasta el regreso del base. No obstante, Durant asumió de
nuevo toda la responsabilidad de su equipo, tomó las riendas y logró
mantenerles en la zona noble de la conferencia Oeste, junto a los Portland
Trail Blazers y los inagotables Spurs.
A comienzos de noviembre,
y tras varios meses en el dique seco, de nuevo Westbrook volvió a vestirse de
corto. Durant recuperaba a su pareja de baile, y las victorias de Oklahoma
parecían ya cuestión de tiempo. Aunque no sería del todo así. Con tan solo un mes transcurrido, una nueva operación en la rodilla se encargaría de apartar otra vez al de California
de las pistas. La prensa ya auguraba un inminente fracaso de los de Scotts Brooks. Incluso se llegó a escuchar que les costaría meterse en la postemporada.
Nada más lejos de la realidad, puesto que ‘Durantula’ se iba a encargar de
hacer desaparecer los fantasmas del pasado. De hecho, tras la lesión del
base, sus promedios se han disparado de manera brutal. El de Washington ha
pasado de los 28,1 puntos (con un porcentaje del 49%) y 4,8 asistencias, hasta alcanzar los 36,5 puntos (con un porcentaje del 52,4%) y 5,6 asistencias tras la
lesión. Unos números que dejan helado a cualquiera.
Decía una famosa frase de
Aristóteles que “la virtud se encuentra en el término medio entre los extremos
viciosos". Pues Durant parece haber encontrado esa ansiada virtud. El jugador ha
conseguido equilibrar las dos facetas principales del juego (técnica y fuerza)
para elevar su capacidad de impacto a la enésima potencia. Ya no es solo un
insaciable anotador, ‘KD’ ha llevado sus cualidades a lo más extremo de su
esencia. O eso creemos.
Mientras servidor
escribe esto, ‘Durantula’ se encuentra con unos promedios de 31,1 puntos, 7,9 rebotes y 5,2 asistencias. Su
equipo está líder de conferencia, y su nivel de juego es imparable. Además, desde mi punto de vista, es a día de hoy el claro favorito a coronarse MVP. 'KD' dispara y luego pregunta. La batalla no ha hecho más que comenzar. Sálvese quién pueda.
@cr23lopez
