Sigue la tendencia en estas Finales de la Conferencia Oeste. El que juega en casa gana. Y no sólo gana, aplasta a su rival. Esta noche fueron los Spurs quienes volvieron a mostrar su mejor rendimiento para ahuyentar fantasmas de 2012. Diez partidos llevaban los Spurs sin ganar a Oklahoma con Ibaka en pista. Hoy se ha cortado la racha gracias a un gran juego de equipo y a unos excepcionales Ginobili y Diaw que marcaron la diferencia desde el banquillo. El resultado final fue de 117-89 para los tejanos. El siguiente partido es en la noche del sábado en Oklahoma donde los Spurs de Popovich pueden volver a meterse en una final de la NBA. Eso si se rompe la tendencia de esta serie porque de momento el que juega en casa arrasa.
Cambió Popovich el quinteto inicial. En los últimos dos partidos en Oklahoma los Spurs no pudieron parar a Ibaka y sus puntos en la pintura se habían visto reducidos ostensiblemente. Pues para evitar eso entró Matt Bonner en lugar de Tiago Splitter. Aún así empezó muy bien Oklahoma. Serio, con Durant y Westbrook igual de enchufados que en el cuarto partido. La diferencia estaba en el acierto en ataque de San Antonio. Pronto entraron desde el banquillo Ginobili y Diaw al ver que el efecto Bonner no servía de mucho. 'Manudona' estaba en estado de gracia y Duncan se encontraba mucho más cómodo que en los dos últimos partidos. Con ambos equipos jugando un baloncesto excepcional no fue extraño ver un empate a 34 al final del primer periodo.

Pero eso duró Oklahoma City Thunder. En el segundo cuarto se empezaron a hundir poco a poco como el Titánic mientras los Spurs se elevaban como el ave fénix. Diaw empezó a marcar la diferencia y Green se mostraba acertado desde la línea de tres. Si a eso le sumamos que empezó a aparecer Tony Parker con sus tiros de media distancia podemos asegurar que los Spurs volvían a ser los Spurs de siempre después de dos partidos desconocidos. Oklahoma dependía de la valentía de Westbrook encarando el aro y de las aportaciones contadas de Kevin Durant. Poco teniendo en cuenta que Ibaka no aparecía y que Reggie Jackson se diluyó después de un buen primer cuarto. Un triple de Westbrook casi sobre la bocina impidió que se fuesen los Spurs más de diez arriba al descanso.
Y la segunda mitad sólo sirvió para refrendar lo visto y empeorar aún más la imagen de los de Scott Brooks. Sin ideas Westbrook se chocaba contra la buena defensa local y Diaw metía sus triples sólo después de llegar a este quinto partido con un 3/11 en triples. Hasta se permitió el lujo de negarle un mate al mismísimo Durant. Manu se creció e intentó imitar el espectacular mate que había hecho Westbrook en la primera mitad pero se llevó un tapón de Butler. No decayó el argentino que acabó sin piedad con cualquier opción de remontada de los Thunder. Metió Green su tercer triple y aseguró la victoria. La estadística dice que San Antonio contaba hasta el partido de anoche con un récord de 23-1 a favor cuando Danny Green metía tres o más triples en un partido. El 97-77 al final del tercer cuarto dejó el último cuarto como doce minutos de la basura. Mejoró incluso San Antonio pero acabó maquillando Oklahoma un resultado que se acercó a los 35 de diferencia del segundo partido de esta serie.
Hay que destacar la diferencia que marcaron los puntos desde el banquillo. 57 puntos consiguieron anotar los Spurs mientras que los Thunder tan sólo sumaron 26. Por números destaca el doble-doble (otro más y ya sólo está a tres de igualar a Magic Johnson como el jugador con mayor número de dobles-dobles en Playoffs) de Tim Duncan con 22 puntos y 12 rebotes y los 19 y 16 puntos de Ginobili y Diaw respectivamente. En Oklahoma hay que destacar los pocos puntos de Ibaka, tan sólo 6, y el 0 de Perkins. Muy sólos estuvieron en la anotación Durant y Westbrook con 25 y 21 puntos respectivamente.