Ya es oficial. Adam Silver acaba de dar una de las más esperadas ruedas de prensa en los últimos tiempos en la NBA y ha confirmado que Donald Sterling, actual propietario de los Clippers, es formalmente el autor de las declaraciones racistas que publicó la web TMZ hace tres días.
La NBA ha impuesto a Sterling una sanción histórica y ejemplar en la que le ha suspendido de por vida en la NBA imposibilitando a Sterling que pueda participar en cualquier tipo de operación que realice la franquicia así como se le ha prohibido la asistencia a cualquier partido de la NBA.
Por si eso fuera poco, se le ha impuesto una multa económica de 2,5 millones de dólares y Adam Silver ha confirmado que tratará forzar a Sterling para que venda los Clippers.
Adam Silver ha dicho que "los puntos de vista expuestos por el señor Sterling son profundamente ofensivos e hirientes. Esos comentarios provienen de un propietario de una franquicia de la NBA que aumenta su importancia y tiene toda mi indignación personal."
"Mi mensaje a los fans de los Clippers es que la liga es mucho más grande que cualquier dueño, cualquier entrenador y cualquier jugador. Esta institución ha funcionado durante mucho tiempo y seguirá durante mucho más. Tengo total confianza en Doc Rivers, en el equipo de gestión de la franquicia y en los jugadores del equipo que merecen todo el apoyo de los seguidores."
Bien por la liga, bien por Adam Silver.
Ahora sólo queda que Donald Sterling traspase el equipo y esta pesadilla quede atrás.
El deporte, como acaba de decir Kevin Johnson, es una herramienta que tiende puentes para eliminar las diferencias raciales, no para aumentarlas.
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