Partido regular el visto esta noche en el American Airlines Arena. Miami llegaba en crisis con 7 derrotas en los últimos 11 partidos y Portland también viene de mala racha tras la lesión de Aldridge. Por su parte Miami tampoco contaba con Wade, tocado.
La primera parte estuvo igualada y se fue poco por arriba los Heat. En el tercer cuarto Miami puso una marcha más para finiquitar el partido y se llegaron a poner 15 puntos por arriba, pero ni así pudieron cerrar el partido. La buena defensa local y el abuso (y constantes fallos) de los Blazers desde la línea de triple parecían dejar el partido resuelto, pero en los últimos minutos del último cuarto todo lo que no había entrado en la segunda parte para Portland entró y falló Miami.
A falta de 30 segundos y tras un desastroso ataque de Miami, Mo Williams empataba desde la línea de tiros libres el partido a 91. En la siguiente jugada LeBron apuró el cronómetro y encestó la bandeja decisiva. Con 11 segundos en el reloj los Blazers se lanzaron al ataque sin pedir tiempo muerto y cuando parecía que la internada de Lillard nos llevaría a la prórroga, aparecieron los dedos de Bosh para poner el tapón y dejar la victoria en Miami por 93-91.
El partido deja muchas dudas en ambos equipos. Miami sigue sin disfrutar con su baloncesto y sigue generando dudas en los instantes finales mientras que Portland no ha sabido aún encontrar su juego sin Aldridge y con una buena defensa se juega demasiados triples. Hoy han tenido un parcial de 11 de 39 en triples, tan sólo un 28% que ha condenado al equipo de Terry Stots, que ya ve amenazada su quinta plaza por unos Warriors que vienen apretando fuerte.
