Los renovados New Orleans Pelicans llegaban ayer al Staples Center con ganas de dar guerra pero pronto sus ilusiones se desvanecieron. Ayer el equipo angelino se mostró bien en defensa, sobretodo en el segundo cuarto, y dejó encarrilada la victoria antes del descanso. Al final y tras un último cuarto que sobró, Lakers 116-95 Pelicans.

El partido no empezó muy bien para ninguno de los dos equipos que se mostraron indecisos en ataque y con muchas pérdidas. Con el marcador favorable a New Orleans y con un Anthony Davis jugando un buen baloncesto en el primer cuarto, entró Nick Young y le dio la vuelta a la tortilla para acabar 3 arriba al final del primer cuarto.
Ya en el segundo cuarto fue cuando el partido se inclinó definitivamente para el equipo de oro y púrpura. La buena defensa de los Lakers de Mike D'Antoni sacó a la luz la falta de ideas en ataque de los Pelicans que se ofuscaban en cuanto llegaban al perímetro y acababan perdiendo el balón o jugándose tiros desde una mala posición. Esto lo aprovecharon los Lakers que con un par de buenos triples del jugador de moda, Xavier Henry, y con buenas canastas en ataque de Jordan Hill, se pusieron 55-39 al descanso. El equipo visitante sólo había sido capaz de conseguir 19 puntos en el primer cuarto y 20 en el segundo. Muestra del mal acierto en el tiro de New Orleans es el 34/84 tiros acertados en todo el partido, un 40% de acierto.
En el tercer cuarto el panorama no iba a cambiar, los Pelicans anotaban más canastas ante la relajación en la defensa local, pero aún así el ritmo de canastas de los Lakers les permitía mantenerse alejados a más de 20 puntos en el marcador.
Ya no sufrirían más los Lakers hasta el final y el último cuarto sólo sirvió para que los Pelicans maquillasen sus números y llegasen a 95 puntos. Buen partido del equipo local que le bastó con estar duros en defensa en el segundo cuarto y hacer un buen segundo cuarto ante unos Pelicans que decepcionaron anoche. Los Lakers, más experimentados, siempre estuvieron más cómodos sobre el parqué. Se puede decir que los flashes de Hollywood pudieron anoche con los novatos de New Orleans.