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A grandes rasgos así se podría definir a los Atlanta Hawks de los últimos años. Un equipo capaz de meterse en Playoffs desde 2008 de manera ininterumpida pero que no logra pasar del muro de hormigón de la 2ª ronda. Y lo peor, no se dan visos de que la franquicia pueda sobrepasar este muro a medio-corto plazo.

La realidad de este equipo es que por muy buenos resultados cosechados en Regular-Season, luego en Playoffs no dan un paso al frente y lejos de aprovechar las ventajas de campo con las que muchas veces ha podido contar, es un equipo que se amilana en cuanto el equipo rival le planta un poco de oposición. Por lo que mas que problemas baloncestítiscos, que también los tiene, el mayor problema de Atlanta se enfuda en lo psicológico, en no ser capaces de superar sus complejos a través de entrenador o jugador franquicia que los guíe. Sin duda hablamos de una franquicia que muy probablemente le hace falta un cambio de rumbo.

Pero vayamos por parte, pues algunos en Atlanta desde el pasado verano tenían muy claro que este equipo necesitaba una severa reconstrucción que se quedó en reconstrucción a secas empezando por la llegada de Danny Ferry dispuesto a darle una identidad diferente a este conjunto. La decisión más importante que tomó el amigo Ferry fue la de dar la patada a Joe Johnson, jugador muy talentoso desde el tiro exterior, pero que acabó siendo un especie de cáncer para el equipo por su falta de liderazgo en los momentos importantes de la temporada. Peor fue quizás la marcha de Jamal Crawford quien ocupaba la mis demarcación que Jhnson, quien se marchó rumbo a LA. A cambio les llegó Lou Williams, también escolta, muy aprovechable desde el tiro exterior y en canastas para finales de partidos apretados como ya demostró en los 76ers y Kyle Korver, un jugador especialista desde el T3. A grandes rasgos, un conjunto desmejorado a primera vista aunque a conciencia con el deseo de darle más galones a la pareja interior Josh Smith y Al Hordford y a Jeff Teague desde la dirección plena.

El experimento para el que según muchos, incluido yo, iba derechito al fracaso resultó ser más efectivo de lo esperado. De hecho los buenos resultados no se hicieron esperar llegándose a marcar un 12-5 en un inicio de temporada para nada fácil. Pero las sensaciones desmejoraron a principios de año con 8 derrotas en los primeros 11 partidos del 2013 aunqeu pudieron asentarse definitivamente en Playoffs gracias a un decente mes de febrero. Luego con el quinto puesto en juego dieron la sensación por momentos de 'dejarse llevar' ante la posibilidad de un enfrentamiento con Miami Heat en segunda ronda. Finalmente sextos de conferencia e Indiana como rival, el baloncesto puramente defensivo del Este estaba servido.

Ya en Playoffs, durante los dos primeros partidos en Indiana dejaron una incapacidad manifiesta para defender las armas exterior de Indiana, que si bien defendidas no son muy efectivas, las pájaras defensivas de Atlanta desde el perímetro propiciaron una oleada de canastas de 6, 7, 8 metros de gente como George Hill, Gerald Green, Stephenson, o , por supuesto, el propio Paul George con hasta 65 puntos entre estos 4 en en primer partido y 68 en el segundo, con 110 puntos de media entre los dos partidos para Indiana, algo verdaderamente inusual en los Pacers. Así que por muy bien que estuvieran J-Smoove y Hordford en la pintura aprovechándose de la lentitud de Hibbert, con esa sangría exterior era imposible ganar.

En cuanto las defensas de los Hawks se ajustaron un poco más los efectos se notaron. Y tanto que se notaron dejando en casi la mitad de efectividad anotadora a Indiana (69 puntos) por lo que la superioridad física y atlética de Atlanta en la pintura daba sus frutos con el primer punto en la eliminatoria. Algo parecido ocurrió en cuarto, sólo que además su binomio interior no se cargó de faltas por lo que la superioridad en ataque aún quedo más patente. Pero en cuanto Hibbert se dedicó a defender como perfectamente sabe y David West a sacar faltas por doquier, los Hawks volvieron a dejar patentes sus lagunas defensivas en el exterior, la incapacidad de manejar el juego a nivel notable por parte de Teague, y el desvanecimiento psicológico que sufren cada vez que las cosas no salen como ellos quieren.

En fin, una temporada más en la que Atlanta no da el callo en Playoffs y en la que hay que volver a replantarse muchas cosas durante estos largos meses de verano. Empezando por Larry Drew. Llegó en 2012 para sustituir a Mike Woodson que posteriormente se marcharía a la gran manzana, con el objetivo de mejorar los resultados en postemporada y sobretodo superar los perjuicios que lleva sufriendo este equipo casi desde la retirada de Wilkins. La realidad es que, si bien no ha cosechado malos resultados en RS, todo lo contrario hasta mejor de lo que a mí personalmente me parecía, no ha logrado lo que verdaderamente se le pedía, y lo peor en ningún momento a conseguido motivar y ayudar a los suyos en temas psicológicos. Por lo tanto yo buscaría un técnico con menos dotes técnicas y más motivadoras.

En cuanto al roster, después de estar varios años con una plantilla hipotecada hasta las cejas y con la inexistente posibilidad de reconstrucción, ya no hay excusas y ahora si tienen motivos y vía libre para llevar a cabo una necesaria revolución en el roster. Dentro de los pocos asegurados bajo contrato para el curso que viene sólo se encuentran :Al Hordford, gran noticia pues con 12 millones por temporada se pueden permitir firmar a un acompañante de calidad en la pintura si finalmente se marcha Josh Smith como parece; Lou Williams quien no venía haciendo mala temporada hasta que en enero un desgarro en el ligamento de la rodilla le dejó K.O.; y John Jenkins a quien se le presupone que irá aumentando sus prestaciones en cuanto alcance un buen punto de madurez. Del resto, Jeff Teague y Ivan Johnson tienen Qualifying Offer a la que intentaría igualar si las ofertas que reciban (sobretodo de Teague) no son muy desorbitadas. 

El resto todos serán agentes libres a partir de este veranos. De los FA sólo ofrecería un nuevo contrato a Pachulia que aporta intensidad defensiva e inoperancia con el balón en las manos a partes iguales y a Kyle Korver (mejor tirador de 3 en cuanto a porcentajes) quien sería muy válido como especialista desde la esquina. Por supuesto dejaría marchar a Josh Smith, clave para comenzar una nueva etapa, y al que por supuesto no le faltarán novias. Y por último puestos a reforzar, entre otras muchas cosas, necesidad de firmar un pívot que ilusione a la afición (¿Howard?) y un base que sepa dirigir el juego (¿Calderón?). Ahí lo dejo.



Twitter: @jjuanma16


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