El partido empezó con la sorpresa de ver al recién incorporado Tony Douglas entre el quinteto titular de Miami. Wade se cayó de la convocatoria a última hora a causa de unas migrañas. Migrañas que parecía que había contagiado a todo su equipo al principio del partido ya que Miami empezó el partido siendo arrasado. 12-0 se puso por delante Phoenix antes de que Spoelstra les diera una pastilla para pasar el dolor de cabeza del principio. Goran Dragic, que venía de tener 26.9 puntos de media en sus últimos 7 partidos, parecía coger el timón del partido junto con la colaboración de un sorprendente P.J. Tucker.Aún así pronto empezó a reaccionar Miami, guiados por su líder y Bosh en la pintura, de tal manera que logró empatar a 25 al principio del segundo cuarto. Un segundo cuarto donde la igualdad reinó por encima de todo y el concurso de triples, que había comenzado Tucker en el primer cuarto, siguió con Allen y Battier intentándolo sin éxito. Llegamos al descanso con tres de ventaja para los Suns, un 46-43 que reflejaba los malos porcentajes de tiro de ambos equipos y, sobre todo, el poco acierto de tres a pesar de los múltiples intentos.
En la segunda parte apareció Green para darle más espectáculo al concurso de triples y empezar una dinámica de 5 triples seguidos que acabó poniendo a Miami 58-55 arriba. Tras eso apareció LeBron para machacar, poner la mayor ventaja para su equipo y demostrar que la derrota contra los Jazz fue un tropiezo aislado. Los Suns, necesitados de un jugador interior de calidad como Pau, se la empezaron a jugar mucho al triple, y la suerte no les dio la espalda. Green sumó 12 puntos en el tercer cuarto a base de triples que sirvieron para llegar con ventaja 74-71 al último cuarto. Green, cual asesino silencioso, se empezaba a postular como máximo anotador sin hacer mucho ruido.
Ya en el último cuarto los porcentajes de tres mejoraron para ambos equipos, pero el partido se decidió a base de algo que Miami tiene bien asentado y Suns en desarrollo, la defensa. LeBron robó un par de balones y el marcaje al hombre de Miami desconcertó a los Suns, incapaces de lanzar tranquilos de tres y nerviosos e imprecisos a la hora de dar los pases. A falta de un minuto y con 4 arriba para Miami LeBron estaba cubierto por dos y se inventó un pase a la otra punta de la pista para que su escudero fiel Bosh rematase el partido con un triple. Al final 97-103. El concurso de triples se acabó decidiendo por la defensa. De ahí se demuestra que Miami lanzase 13 tiros libres más que su rival, aunque estos no fuesen aprovechados al máximo.Al final LeBron acabó con unos extraordinarios 37 puntos y Bosh con 21 mientras que Green fue el máximo anotador de los Suns con 26 puntos, seguido de lejos por el tirador de tres Frye y el esloveno Dragic con 15 cada uno

































