Por fin, ya es oficial el traspaso entre los Cavs y los Wolves, con los Sixers como tercer vértice del traspaso en el que Kevin Love ha llegado a Cleveland y Andrew Wiggins ha terminado en Minnesota.
La llegada del ex de Kansas a los Wolves ha hecho que la batalla por el premio al Rookie del Año cobre una nueva dimensión puesto que ya no es unánime la opinión de que el ganador del premio sea Jabari Parker. Cuando Panini juntó a los rookies de la promoción del Draft de 2014 en un evento de la NBA donde encuestaron a los jugadores sobre diversos temas, la votación sobre quién ganaría el ROY era para pick #2 por los Bucks Jabari Parker con un 52,8% de los votos. Andrew Wiggins conseguía el 5,8% de los votos.
Pero ahora la situación ha cambiado, y es normal.
Que Jabari Parker sea el candidato número 1 para ganar el ROY está cimentado en dos aspectos: el primero es que la mayoría de expertos le ven ya como un jugador maduro, con un juego adaptado al estilo NBA y que generará un gran impacto desde el primer momento, es decir, su proceso de adaptación le costará menos, y segundo, el hecho de jugar en una franquicia como los Milwaukee Bucks donde será titular desde el minuto cero, donde tomará todas las responsabilidades, donde no se le criticará por tomar malas decisiones y donde no tendrá la presión mediática que puede haber en otras ciudades, le garantizarán buenas estadísticas que son al final las que te dan el premio.
Andrew Wiggins en Cleveland no tenía el mismo entorno ya que al jugar como alero, iba a salir de banquillo con la presencia de LeBron James en el equipo. Está claro que iba a aprender mucho desde el banquillo y en los entrenamientos pero está claro que no es lo mismo liderar la segunda unidad de un equipo que aspira al anillo que ser titular en un equipo que no se preocupe ni siquiera por entrar en los playoffs.
Fijaos en el caso de Michael Carter-Williams frente a Victor Oladipo el año pasado.
MCW fue la gran sorpresa de la temporada pasada. Arrancó la liga de manera espectacular en un equipo en el que jugó de titular y pese a hacer porcentajes del 30% en tiros de campo, no tenía problemas en lanzarse 15 tiros por partido frente a los 12 tiros que se lanzó Oladipo. Además MCW jugó 70 partidos, todos de titular, mientras que Oladipo, de los 80 que jugó, sólo 44 fueron de titular al tener que competir con Jameer Nelson y Arron Afflalo por minutos.
Jugar de titular te garantiza, por lo general, 30 minutos de juego mínimo y una jerarquía en el equipo en la que se te permite lanzar sin tener que dar explicaciones.
Ahora, en Minnesota, Andrew Wiggins se va a sentir liberado del yugo de LeBron James y va a poder jugar a sus anchas en un equipo sin ningún tipo de presión por resultados ya que el plan de los Wolves, tras haber fallado el 'plan Love', es reconstruirse alrededor de Wiggins. Además, en el traspaso a tres bandas, aparte del ex-Jayhawks, han llegado Anthony Bennett y Thaddeus Young que aportan profundidad al equipo en la posición de ala-pívot.
Fijaos, los Wolves, de tener a disgusto a Kevin Love, han pasado a tener un quinteto titular formado por Ricky Rubio, Kevin Martin, Andrew Wiggins, Thaddeus Young y Nikola Pekovic, con Anthony Bennett, Corey Brewer, J.J. Barea y Gorgui Dieng desde el banquillo.
Buen material.
Wiggins estará arropado por buenos jugadores pero tendrá lo que le gusta que es la responsabilidad de liderar al equipo, un base que se adapta bastante bien a su estilo de juego 'highlight', un entorno sin presión, un juego interior que le liberará de desgastarse en el rebote y un entrenador, Flip Saunders, con experiencia desarrollando jóvenes jugadores como el propio Kevin Love o John Wall.
En definitiva, la batalla por el Rookie del Año vuelve a estar abierta y Andrew Wiggins emerge como un candidato tan legítimo como Jabari Parker o Nerlens Noel.
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