Nadie piensa que Jabari Parker vaya a ser un bluff en la NBA. Tampoco sus compañeros de promoción puesto que recientemente ha sido votado como el candidato número 1 para ganar el premio a Rookie del Año en una encuesta realizada por la NBA a todos los rookies.
Pero Jabari no se fía y busca motivaciones extras por cualquier sitio que pueda.
Ha habido muchos jugadores elegidos #2 del Draft que luego han sido un fiasco. Trabajo para no ser uno de esos fiascos. Todos los días, cuando entro en la cancha me recuerdo a mí mismo que hay un camino muy largo por delante que recorrer. Si quiero ser un primer espada como los LeBron, Kobe o Blake Griffin, tengo que tener esa mentalidad desde el primer día y trabajar duro para hacerme camino.
En la Summer League he aprendido que ganar no está garantizado. Tengo que mostrarme agradecido por cada victoria que consiga. Si tengo esa actitud, seré capaz de traer buenas cosas a Milwaukee y esperemos conseguir más cosas en playoffs si tenemos la oportunidad de llegar a clasificarnos.
Es cierto que en la historia del Draft ha habido jugadores elegidos en la posición #2 que resultaron ser un desastre después por diversos motivos pero que nunca llegaron a cubrir las expectativas que había en ellos.
Hablamos del clásico Sam Bowie (1984) que fue elegido por los Blazers por delante de un tal Michael Jordan. También hablamos de Darco Milicic (2002) elegido por los Pistons que pasaron de Dwyane Wade o Chris Bosh. Otros picks #2 en los últimos años que no han llegado a conseguir lo que se esperaba de ellos son Hasheem Thabeet, Michael Beasley, Michael Kidd-Gilchrist, Derrick Williams o incluso Evan Turner.
En NBA Destiny para nada creemos que Jabari Parker vaya a ser un bluff. Ni mucho menos.
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