Pero al final se quedó porque los Knicks le ofrecieron, casi, el máximo contrato posible y porque liderar el proyecto de una institución como Phil Jackson en uno de los grandes mercados de la NBA como es Nueva York, es un plan de lo más apetecible.
Pero en declaraciones al The Washington Post (ver original) el alero reconoce que estuvo bastante cerca de haber salido rumbo a equipos como los Bulls que le hicieron formalmente una buena oferta.
Estuve muy cerca, muy cerca de haber salido. Ni siquiera quiero hablar de eso más. Nueva York es mi hogar. No hay ningún sitio como éste. Aunque las otras ofertas fueron muy tentadoras, no hay lugar comparable a Nueva York.
Hace poco salieron a escena unas declaraciones de Jim Boeheim, entrenador de Carmelo en Syracuse, diciendo que el jugador debía haberse marchado a Chicago.
No he oído nada al respecto pero Boeheim dice muchas tonterías. Así es mi chico. Lleva así 40 años. Al final lo que importa es lo que estamos tratando de construir en Nueva York, una nueva cultura, una nueva identidad. Mi decisión fue quedarme por todo eso. tengo que creer en Phil Jackson y en mis compañeros. Eso es lo que importa.
Está claro que a corto plazo, el proyecto de los Knicks no va a ser ganador, pero quién sabe que pasará en las próximas agencias libres si los jugadores que participen notan que el proyecto de los Knicks es serio y tratan de unirse a Phil Jackson y Carmelo Anthony para intentar traer de nuevo el campeonato a la ciudad. Recordemos que desde 1973, los Knicks no han vuelto a ganar el anillo y más de 40 años son muchos para una ciudad como Nueva york.
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