Nombre: Dante Exum.
Fecha de nacimiento: 13 de julio de 1995.
Lugar de nacimiento: Melbourne, Australia.
Posición: Point guard/Shooting guard/Combo guard.
Altura y peso: 1’98 metros – 85 kgs.
Equipo: Australian Institute of Sport.
Predicción Draft:Top 3-5.
La gran incógnita. En el fulgor de una de las
generaciones más prometedoras del último lustro, se encuentra un australiano
que sin salir del gigante oceánico se erige como uno de los prospects más interesantes que se
recuerdan. Dotado con unas condiciones y un talento innato para este deporte,
Dante Exum es el enigma que toda franquicia NBA quiere resolver.
Nos encontramos ante un auténtico prodigio atlético.
Un jugador cuya llamativa altura, así como su asombrosa envergadura no hace
sino plantear interrogantes sobre la posición que ocupará, erigiéndose ante la
duda como un combo ideal, que sin
tomar la responsabilidad de director no
pierde su identidad de generador.
Exum ofrece la verticalidad en su máximo exponente,
con un temible primer paso como mayor arma para encarar el aro con una
facilidad pasmosa. Su excelente manejo de balón unido a su plasticidad y
versatilidad le convierten en una amenaza constante, siendo capaz de atraer la
defensa rival y condicionar todo planteamiento, sacando a relucir su vena
asistente gracias a su visión para doblar el balón.
Si bien presenta un perfil anotador, su tiro es tanto
su barrera como su llave al cénit. Aunque su excelente tren inferior le permite
crearse lanzamientos en suspensión sin dificultad alguna, es su tarea a
mejorar, mostrando un progreso constante en una mecánica cada vez más fluida y
rápida para ampliar así un rango de tiro algo limitado. Sin embargo, es un
jugador fiable en situaciones de ‘catch-and-shoot’.
Aun presentando una base ilusionante sobre la que
crecer como jugador, sus virtudes también requieren de matices. Es incisivo, a
la par que voluntarioso pero es precisamente ese anhelo de liderazgo y
responsabilidad en cancha los que convierten esa faceta resolutiva en un arma
de doble filo, ya que en ocasiones tiende a forzar demasiado las jugadas. Es
capaz de crearse sus espacios con soltura pero pese a gozar de un toque para
definir con efectividad, su falta de fuerza le hace sufrir en el contacto,
mostrándose algo dependiente de su altura para sacar ventajas en la pintura.
Su capacidad tanto física como lectora del juego le
convierten en un jugador notable a su nivel en las facetas reboteadoras y
defensivas, pero por hacer en ambos
aspectos. Su anticipación no contrarresta su debilidad y su inconsistente
desplazamiento lateral en la NBA, presentando atributos para ser aprovechable
en un futuro, así como frágil a su llegada a la liga. Sólo las horas de
gimnasio le permitirán ser competitivo en el contacto y en las exigencias de
rivales físicamente superiores.
Es precisamente su adaptación inmediata la que
siembra todo tipo de dudas. Más allá de tener un potencial de límites
insospechados, Exum es un jugador aún más inexperto si cabe que sus compañeros
de camada, ya que al margen de las sobresalientes sensaciones que dio en el
Mundial de Praga U19, no ha salido de Australia, lo que puede propiciar que
acuse falta de ritmo en la alta competición, algo determinante en su impacto
inmediato en la liga.
Aun con todo, ni la incertidumbre ha podido frenar la
persistente expectación en uno de los proyectos más excitantes de los que se
tiene constancia. Es precisamente ese misterio el que suscita la curiosidad y
el atractivo de un jugador tan singular como prometedor, con la premisa de
tener un potencial que no conoce límites.
Análisis realizado por Nacho Juan. Twitter:
@NachoJuanRules.