Partidazo. Oda al baloncesto. Con sus errores y sus aciertos pero emocionante hasta el último momento. Lo han conseguido los Spurs. Han ganado en casa de OKC en la prórroga y por primera vez en su historia se clasifican dos años seguidos a las finales de la NBA. Allí les espera un viejo conocido, Miami Heat. Hambre de revancha seguro que tiene Durant, Ginobili y compañía. Finales que verá desde casa el MVP de la temporada Kevin Durant que no ha podido con el mejor equipo de la Conferencia Oeste.
Lo han vuelto a hacer. En esta serie cada uno había vapuleado en casa. San Antonio había salido escaldado de Oklahoma tras llegar con un 2-0 de diferencia. Esta vez no se dejaron intimidar. Con Boris Diaw como la revelación del equipo (casi comparable a la sorpresa Danny Green de la temporada pasada en las finales), con un Manu Ginobili en modo MVP y con el eterno Duncan han podido con Oklahoma. No lo pusieron fácil los de Scott Brooks. A pesar de empezar diez abajo el último cuarto remontaron con la ayuda de una grada enloquecida. Pero en la prórroga no aguantaron. Más mérito aún tiene la victoria de San Antonio sabiendo que Tony Parker no jugó en toda la segunda parte por molestias en el tobillo izquierdo. No quiso forzar Gregg Popovich. No le hizo falta. Son finalistas.
La carita de Kevin Durant lo decía todo al final del partido. Reggie Jackson salía como un alma en pena y Westbrook felicitaba a Popovich por la victoria. Ellos tres más Ibaka habían sido los encargados de anotar todos los puntos de la primera parte de Oklahoma. Nadie más. Hasta el final del tercer cuarto no anotó nadie más. Faltó el banquillo. Y ahí los Spurs iban sobrados. Sólo anotó 5 puntos un batallador Fisher que no se dio por vencido y que luchó hasta el final en lo que pudieron ser sus último minutos como jugador en la NBA. 51 puntos hicieron desde el banquillo los de Popovich. 41 entre Manu Ginobili y Boris Diaw, máximo anotador del partido. Boris Diaw volvió loco a Oklahoma. Desde lejos, desde dentro, aparecía y desaparecía ante el estupor de la defensa de Oklahoma.
Kevin Durant no demostró ser el MVP que es al final del partido. Él fue el que se atrevió a poner un parcial abrumador a favor de Oklahoma que les ponía siete arriba al descanso. Sin Parker parecía perdido para San Antonio. Pero para nada. Durant desapareció y Westbrook se tuvo que sentar por acumular cuatro faltas. El base estaba cuajando un buen partido con su explosividad. Le sustituyó un Reggie Jackson que se va haciendo un nombre en la mejor liga del mundo. Pero no supieron defender al vendaval de juego de San Antonio. Un parcial de 37-20 con 3+1 incluído para finalizar el cuarto de Green. Se iban diez arriba y los ánimos no eran los mejores en Oklahoma. A doce minutos de verse fuera había que ir a tope. Volvió Westbrook y se enchufó Durant. A falta de dos minutos empataron y tuvieron la opción de ganar con tanto error ofensivo de San Antonio. Pero Durant se resbaló. Ahí estaba el argentino Ginobili para robarla y hasta coger rebotes ofensivos hasta desde el suelo. Él fue quien tuvo la victoria tras empatar Westbrook a tiros libres. Falló y tuvieron que ir a prórroga.
Ni aún así se desanimaron los Spurs. Ni aún así pudo Oklahoma con un equipo de menor físico. Las inexplicables decisiones de Brooks de alinear a Duncan con Fisher o Reggie Jackson pusieron las cosas más fáciles a San Antonio. También le defendió Ibaka pero después de un error y un tapón se picó y le metió un canastón que puso tres arriba a su equipo. La tendría Durant. Pero falló el triple decisivo. 0/3 en la prórroga para la estrella de los Thunder. Ya no hubo tiempo para más. San Antonio se coronaba como campeón de la Conferencia Oeste por segunda temporada consecutiva. Durant, Westbrook e Ibaka siguen sin poder jugar la revancha contra Miami Heat. Siguen sin poder conseguir un anillo. La noche del jueves día 5 de Junio empiezan las Finales de la NBA. Empiezan en San Antonio. Que siga el espectáculo.
