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Victoria muy sufrida de los Warriors para seguir vivos en la serie y forzar el séptimo partido en terriotorio angelino. En un partido poco brillante y con muchas interrupciones, los de Mark Jackson estuvieron liderados por Stephen Curry y Draymond Green para firmar el triunfo por 100-99.


Los Clippers arrancaron fuerte el partido, y con un parcial de 14-5 en los primeros minutos se encargaron de silenciar al Oracle, y obligaba a Mark Jackson a pedir tiempo muerto para ajustar el juego de los suyos. Y dio resultado la charla, ya que los Warriors subieron su nivel defensivo, robando varios balones y provocando pérdidas que les permitían correr al contraataque y conseguir puntos fáciles, igualando el marcador con el 16-16 gracias a un Stephen Curry al mando de las operaciones en ataque (14 puntos), para finalizar el cuarto con igualdad máxima, 25-25.

Tras unos primeros minutos de precipitación de ambos equipos, los de casa se asentaron mejor, y con un buen Jordan Crawford se pusieron por delante. La mala noticia les llegó en forma de lesión, ya que Jermaine O’Neal se tenía que retirar a vestuarios tras ser embestido por Glen Davis. Además, los problemas con las faltas volvieron a aparecer, en este caso a Speights y Lee, con 4 y 3 personales respectivamente, lo que dejaba muy debilitado el juego interior de los de Oakland. Tras muchísimas interrupciones por las faltas, el partido llegó al descanso con el 51-48 favorable a los Clippers.

La segunda parte empezó con un ritmo bajo y poca anotación. Ello favoreció a los Warriors, que con Iguodala como armador, lograron sobreponerse y se pusieron por delante. Además, Chris Paul cometía su cuarta personal, y se iba al banco para dejar su hueco a Collison. Así, un parcial de 11-3 en los minutos finales del cuarto daba ventaja a los de casa. El resultado al final del cuarto fue un 70-67 favorable a los Warriors.

El último cuarto comenzó con los de Mark Jackson queriendo ampliar su renta, pero los Clippers no estaban por la labor. Los primeros vieron como se les complicaba la cosa cuando se quedaron sin David Lee, eliminado por faltas, y como Draymond Green se situaba con cinco al borde de la eliminación. 

Blake Griffin aprovechaba esta situación para cargar juego en el poste ante los pivots de casa. Un 2+1 de Speights y una bandeja sencilla de Klay Thompson pusieron el +8 en el marcador para Golden State (85-77) a 8 minutos del final. Los minutos fueron pasando y el marcador seguía favoreciendo a los de casa, y más cuando un triple de Iguodala, que suponía la expulsión de Griffin, ponía el 96-89 con poco más de 2 minutos por jugarse. Pero ahí apareció la figura de Jamal Crawford, que con un triple y una asistencia puso a los Clippers a 2 puntos. Los tiros libres devolvieron la ventaja a los Warriors, y un triple en el último segundo de Barnes puso el 100-99, pero no hubo tiempo para más y la victoria se quedaría en el Oracle Arena.

Stephen Curry fue el máximo anotador con 24 puntos, a los que añadió 9 asistencias, y estuvo bien secundado por Draymond Green, que volvió a firmar dobles figuras con 14 puntos y 13 rebotes, además de 5 robos. En los Clippers destacó Jamal Crawford con 19 puntos, Matt Barnes que realizó su mejor partido de la serie con 18 puntos y 11 rebotes, y DeAndre Jordan que sumó 9 puntos, 19 rebotes y 4 tapones.

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