SÍGUENOS

|

NBA

Vídeos

Noticias

Opinión

Fichajes

Lesiones

Historia

NCAA


Detrás de cada pequeño detalle, casi siempre hay una apasionante historia que aguarda en cuclillas lograr ser contada. Para muchos, un número en la espalda es solo eso, un par de cifras. Otros lo eligen por cuestión de suerte. A otros les tocó el día de su presentación y con ese se quedaron. No obstante, para Kevin Durant es mucho más. Es el recuerdo de un entrenador, de un amigo, y sobre todo, de un “padre”.

Cada noche que la estrella de los Thunder sale a jugar, un trocito de su alma se acuerda de aquel tipo que le vio dar sus primeros pasos en el mundo del baloncesto. Una parte de cada canasta que anota ‘KD’ lleva como destinatario el nombre de Charles 'Big Chucky' Craig, su primer entrenador, y la persona que más ha confiado en él. Directa al cielo. Así es su particular homenaje.

Charles Craig y Kevin Durant se conocieron cuando el joven jugador tenía apenas 8 años. Durant carecía de figura paterna desde muy pequeño y aquella necesidad la encontró en Craig. Desde entonces, su relación no se quedó en un mero jugador-entrenador. Ellos eran amigos. Eran padre e hijo. "Fue muy importante, un tipo que confió en mí. Me puso en una posición para divertirme jugando. Fue el primero que me dio una oportunidad”, confesó el jugador en una entrevista para ESPN.

‘Big Chucky’ cumplía con todos los requisitos del típico entrenador de barrio humilde. Su sabiduría sobre baloncesto manaba como un torbellino hasta introducirse en las cabecitas de aquellos críos que amaban el deporte. Su compromiso con la comunidad era intachable, pues vivía por y para ellos. Y Durant, como en la mejor liga del planeta, destacó sobre el resto. Pasaba las noches en su casa cuando los compromisos laborales impedían a Wanda Pratt, su madre, hacerse cargo de su hijo. Y como única recompensa, un imberbe Durant respondía con trabajo duro en la pista.

Una mañana, mientras Kevin estaba en el instituto, Charles Craig fue víctima de un tiroteo al tratar de evitar una pelea entre dos jóvenes. Varios disparos de bala que pusieron fin a su vida y ensordecieron la de la futura estrella. Su “otro” padre había fallecido justo después de firmar la carta que permitiría al joven Durant ingresar en la Universidad de Texas. En 2005, a la edad de 35 años. 

“Mi madre y mi padrino me lo dijeron y no lo podía creer porque siempre pensé que era un Superman”. Se marchó sin poder despedirse de él, y por ello cada noche le devuelve el cariño que le dio de la forma que más le gustaba. Con un balón entre los dedos. "Quería hacer algo en su memoria, pero no sabía qué. Fue mi abuelo quién me dijo que el mejor homenaje era llevar el ‘35’ en mi camiseta. Era la edad a la que murió Craig”.

Desde su primer día en la Universidad de Texas, el ‘35’ se colgó a la espalda de Durant como aquel que lleva a un amigo a cuestas. Cada vez que se enfunda las zapatillas el recuerdo de Craig recobra la vida. Si las informaciones de ESPN no fallan, Kevin Durant será nombrado MVP en los próximos días. Un momento que hará elevar la memoria de 'Big Chucky' hasta la cima más alta del baloncesto. Un entrenador. Un amigo. Un padre. Y la persona que le cambió la vida.

«
Next
Entrada más reciente
»
Previous
Entrada antigua
blog comments powered by Disqus