Después de la sanción récord que impuso la NBA a Donald Sterling, propietario de los Clippers, tras unos comentarios racistas, la franquicia sigue sin ser vendida por mucho que gente como Magic Johnson, Oprah Winfrey o Matt Damon, entre otros, hayan mostrado interés en comprarla.
Hasta que se formalice esta venta, y ante la prohibición de que Sterling pueda tomar ningún tipo de decisión en los Clippers, la NBA va a imponer la presencia de un CEO (chief executive officer), un gestor, de su confianza para asegurar que la estabilidad de la franquicia no se ve comprometida.
Mike Bass, Vicepresidente Ejecutivo de la NBA, ha dicho que "la mejor manera de asegurar la estabilidad del equipo durante esta difícil situación es moverse rápido e instalar un CEO que supervise la organización de la franquicia. El proceso de elegir al candidato ya está en marcha."
La esposa de Sterling, Shelly, co-propietaria de los Clippers ha trasladado a la NBA su total apoyo en la sanción a su marido, viven separados, así como el visto bueno a cualquier decisión que tome Adam Silver para asegurar la estabilidad de la franquicia.
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