Los Rockets parecen haber despertado momentáneamente de su letargo y salvan el primer 'match ball' de la serie tras ganar su primer partido como locales en esta primera ronda por un resultado de 108-98, y poner así el 2-3 en la eliminatoria.
La franquicia de Houston se sustentó, principalmente, en el gran trabajo de un Dwight Howard que está firmando unos grandes números durante estos playoffs (26 puntos, 14.2 rebotes y 3 tapones), el cual estuvo, además, bien respaldado por James Harden, Jeremy Lin y Chandler Parsons.
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Howard lideró a los Rockets a su primera victoria como locales |
Otro factor clave fue la omnipresente defensa sobre un LaMarcus Aldridge que terminó el encuentro con solo ocho puntos en su haber (en las tres victorias de Blazers ha promediado 39.3 puntos), gracias al gran esfuerzo del pívot turco Omer Asik, el cual fue la sombra de Aldridge durante todo el encuentro. El propio Asik fue el mayor reboteador (15 capturas) de unos Rockets que, de paso, barrieron a los de Oregon bajo los aros (48 rebotes de Rockets por 34 de su rival) y donde solo Robin Lopez (18 puntos y 7 rebotes) dio la talla.
La poca aportación del banquillo del equipo dirigido por Terry Stotts (solo cinco puntos) y una pájara anotadora en los tres minutos finales del encuentro (de un 100-98, se pasó al 108-98 final a favor de Rockets) terminó por sepultar las aspiraciones de victoria (y su consecuente clasificación a Semifinales de Conferencia) de los Blazers y da vida al equipo dirigido por Kevin McHale, quienes afrontan el próximo de la serie en el Moda Center de Portland.