Partidazo el que ha abierto la serie entre Los Angeles Clippers y Golden State Warriors, con ambos equipos ofreciendo un espectáculo que no ha decepcionado a nadie, y donde los de Oakland han superado a los angelinos para adelantarse en la serie y robarles el factor cancha, por un ajustado 105-109 en un auténtico final de infarto.
El partido comenzó muy mal para los Warriors, con tres pérdidas consecutivas de David Lee, y un 0/8 en tiros que llevó a un parcial de 12-1 a favor de los Clippers. Además, David Lee y Andre Iguodala se veían con problemas de faltas, al igual que Blake Griffin en los angelinos. Sin embargo, con la entrada de los suplentes en cancha, los Warriors se fueron metiendo poco a poco en el partido, con un buen Draymond Green en ambos lados de la cancha, y redujeron la ventaja hasta llegar al final del primer cuarto con un 29-24 para los de Doc Rivers, gracias a un triplazo sobre la bocina desde medio campo de Jamal Crawford.
En el segundo período, el partido estuvo más igualado. Ninguno de los equipos conseguía distanciarse en el marcador, y las faltas seguían siendo un problema, sobre todo para los de Oakland, que veían como Iguodala cometía su cuarta, por las tres de Lee y Speights, mientras que en el otro lado también Griffin hacía su tercera personal. DeAndre Jordan destacó, sumando en ataque y siendo vital en defensa, con 5 tapones e intimidando siempre bajo su aro, mientras que Chris Paul estuvo mal, más preocupado de intentar sacar faltas que de hacer jugar a los suyos. Con este panorama se llegó al descanso, con igualdad máxima, 52-52 en el marcador.

Al inicio de la segunda parte volvieron todos los titulares, sorprendiendo Jackson con la presencia de Iguodala, jugada que le salió mal cuando Iggy cometió su quinta personal. El cuarto inició con mucho juego interior, con un duelo entre los dos ausentes de la primera mitad (Griffin-Lee). Tras ello, llegaron unos minutos con un acierto espectacular de los dos conjuntos, con Redick como referente en los Clippers y una anotación más repartida en Warriors, con apariciones esporádicas de Stephen Curry, mientras que el marcador seguía con una igualdad notoria. En los últimos minutos, un parcial de 8-0 favorable a los de Mark Jackson, jugando un muy buen baloncesto en ataque estático, les permitió acabar el tercer cuarto con ventaja en el marcador, 79-87.
Los últimos doce minutos comenzaron con los Warriors manteniendo su ventaja en el marcador, pero poco a poco comenzaron a recortar los Clippers, con un
Collison realizando una gran defensa sobre Curry, al que incomodó durante todo el cuarto y lo dejó sin anotar en todo el cuarto. Así,
emergió la figura de Chris Paul, que con dos triplazos consecutivos empató el encuentro. Se llegó al último minuto con mucha igualdad, cuando los Clippers se quedaban sin
Griffin, eliminado por faltas, al igual que le había pasado a Iguodala minutos atrás.
Draymond Green puso por delante a su equipo con dos tiros libres (105-107), y en el ataque siguiente Chris Paul perdía el balón. Harrison Barnes aumentó la ventaja a tres puntos con otro tiro libre, e inmediatamente los Warriors decidieron hacer falta para evitar el triple. Restaban 11 segundos, y CP3 fallaba sus dos tiros libres. Le tocó el turno de ir a la linea del 4.60 a Harrison Barnes, que también falló sus dos tiros, pero Collison pisó fuera en la lucha por el rebote, y Klay cerró el partido con un nuevo tiro libre para dar el triunfo a Golden State por un marcador final de 105-109.
David Lee fue el mejor de los Warriors, con un doble doble de 20 puntos y 13 rebotes, acompañado por Klay Thompson, que aportó 22 puntos, con 5 asistencias y 7 rebotes. Curry se quedó en unos discretos 14 puntos, con 6/16 en tiros de campo. En el lado de los de casa, Chris Paul sumó 28 puntos, 8 asistencias, 7 rebotes y 4 robos, seguido de un Redick que se fue hasta los 22 puntos, con un 8/11 en tiros.