“Hoy la radio habló de aquellos tiempos, en que el rock le dio a la juventud un sino nuevo y siento que la historia se repite. Pues los viejos rockeros nunca mueren”. Así concluía una de las canciones más famosas del mítico cantante, Miguel Ríos, y así también se podría definir a la trayectoria que atesoran los San Antonio Spurs. Eternos en la gloria, y siempre fieles a un modelo.
En efecto, la franquicia de Texas lleva más de una década afianzada en la élite de la liga. Demostrando que, como el vino, su juego mejora con los años y sobreviviendo temporada tras temporada en el salvaje oeste. Y todo ello con un factor común y sobre todo, determinante. Gregg Popovich. El de Indiana lleva años implantando un modelo que une la eficacia y velocidad de la NBA, con la táctica y juego en equipo europeo. Y como es lógico, aquello no podía salirle mal.
Cuatro anillos de campeón (1999, 2003, 2005 y 2007) lucen en su palmarés desde que en 1994 se hiciera con las riendas del equipo. Es una de las franquicias más internacionales de la liga (2 australianos, 3 franceses, 1 italiano, 1 argentino, 1 brasileño, 1 canadiense y 5 estadounidenses) y su inmortal ‘big three’ -formado por Duncan, Ginobili y Paker- ya se ha convertido en el segundo trío con más victorias de la historia de la NBA (491), solo superados por la legendaria terna que formaron Larry Bird, Kevin McHale y Robert Parish (540). Además, llevan desde la campaña 97-98 clasificándose para la postemporada, y en 8 de esas 16 ocasiones se han colado en la final de conferencia.
La premisa primordial con la que cuentan es que si algo funcionado, no lo cambies. De esta forma, los Spurs cada año nos ofrecen un juego en el que todas las piezas encajan dando lugar a un baloncesto melódico, que se entremezcla con el ritmo frenético que ponen en sintonía cuando todos les dan por vencidos. Con el rock en la venas y el baloncesto grabado a fuego en el corazón. Y todo ello con Popovich en la cabeza de la orquesta. Un espectáculo inmejorable que nos engancha a todos. Así son los Spurs.
A día de hoy lideran la conferencia más competitiva de la liga, con un balance de 49 victorias y 16 derrotas. Además, la franquicia parece haber encontrado en Kawhi Leonard, Tiago Splitter, Marco Belinelli y Danny Green a los mejores sucesores. Unos teloneros de lujo. Pero mientras la transición ocurre, estos podrán seguir aprendiendo de ellos, y nosotros seguiremos disfrutando de este baloncesto clásico que tanto nos gusta. El de los mejores. El de los de siempre.
Por ello, os recomiendo a todos que os pongáis los partidos de los Spurs. Un estilo de juego único y eterno. Como ellos mismos. Porque para San Antonio, cualquier tiempo pasado es simplemente eso, pasado.